El Bosco Salesianos ya está de revés en la pista, dejando detrás un verano que, aunque oficialmente sigue actual, ya parece cosa del pasado para el equipo. El conjunto ourensano ha comenzado sus primeras sesiones de pretemporada con un equipo renovado: ocho fichajes, dos “viejos conocidos” y tres jugadores júnior que se han incorporado a la dinámica del primer equipo. Al mando sigue Carlos Gómez, quien tendrá la tarea de integrar todas las piezas nuevas para cumplir con el objetivo de la temporada en la Tercera FEB (ayer EBA): formar y competir.
“Las sensaciones en estas primeras sesiones están siendo muy buenas. Somos un equipo pollo, con muchas ganas de trabajar, y eso siempre es positivo”, señala Gómez, satisfecho con el esfuerzo de los jugadores en esta primera semana de entrenamientos.
El equipo ha sufrido una gran transformación respecto a la temporada pasada, con solo dos jugadores, Martín Pereira y Gabriel Preotu, manteniéndose en la plantilla. Los tres juniors que se han sumado son Martín Casas, Lucas Prol y Víctor Domínguez. El resto del equipo lo completan las ocho nuevas incorporaciones: Gabor Lukacsi, Jaden Sydney, Javi Prieto, Alonso Reyes, Daniel Rodríguez, Miguel Cielo Chiafino, Diego López y Abel Cortés.
Con tantas caras nuevas, la pretemporada se vuelve aún más crucial. “Es una suerte emprender a trabajar con toda la plantilla armada desde el principio”, afirma Gómez, quien ha planificado utilizar los partidos de la Copa Galicia como preparación. Encima, tienen programado un entrevista la semana que viene contra el equipo de Primera Doméstico del Rosalía, en Santiago, y están intentando cerrar otro partido delante un rival de categoría superior, como podría ser el Ponferrada.
La federación arrancará el 13 de octubre, y el Bosco debutará en casa contra el Xiria, en una competición que cambia de nombre, pero mantiene su esencia. “Solo se modifica la denominación. Luego, es como siempre”, comenta el monitor, refiriéndose a la disparidad entre los equipos con anciano poder adquisitivo y aquellos con un presupuesto más modesto, como el Bosco, que puesta por jóvenes con escasez de crecer.
El objetivo en el Bosco Salesianos está claro: la formación. Sin secuestro, competir y percibir todavía es parte del movilidad. “A todos nos gusta retornar en el autobús a posteriori de activo manada”, reconoce Gómez, consciente de que ahora toca trabajar tanto en lo físico como en lo táctico para estar listos de cara al inicio de la Tercera FEB.