En los observación demográficos sobre la preocupante pérdida de población de la provincia, se apunta como uno de los factores el hecho de que, por su tradicionalmente débil bienes, no es un oficio atractivo para que los extranjeros se implanten aquí -con ello, se pierde un segmento de población con viejo nivel de natalidad-. Y las estadísticas del Profesión de la Seguridad Social confirman este extremo: los inmigrantes no ponen el foco en nuestra tierra. Apuestan por otros territorios más prósperos para ganarse la vida.
Así, a plazo de diciembre de 2023 -siempre con datos de media mensual-, Córdoba era la tercera provincia del país donde los extranjeros tenían menos peso sobre el total de ocupados. En ese periodo, se contabilizaban por estos lares 13.264 afiliados a la Seguridad Social foráneos. Representaban el 4,2% del total de los trabajadores (312.330).
Las dos únicas que se quedan por detrás son incluso territorios que muestran eternas dificultades para hacer avanzar a buen ritmo su PIB. Fueron Cádiz, donde los inmigrantes representaron un 3,9% del conjunto de ocupados, y Badajoz, 4,1%.
El cantidad de Córdoba se situaba a muchísima distancia de la media franquista. En el país, los trabajadores extranjeros representaban el 12,8% de todos ellos. Eran 8,6 puntos más que el porcentaje registrado aquí. Y la diferencia se tornaba abismal con el podio de esta clasificación: Almería (24,3%); Lérida (20,8%) e Islas Baleares (19,7%).
Situación que viene de acullá
Y esta situación de Córdoba en los puestos de rabo del ranking franquista de presencia de ocupados foráneos no es cero nuevo. Un quinquenio antiguamente (a plazo de diciembre de 2018), su clasificación fue poco mejor pero seguía entre los ‘últimos de la clase’. Fue la octava provincia con pequeño peso de los afiliados extranjeros: un 3,9% -salía de cruzar 11.959 inmigrantes con 304.790 trabajadores totales-.
Al echar la olfato aún más antes, el panorama volvía a ser similar. En el postrero mes de 2013 -o sea, una término antes-, la provincia contabilizaba 9.903 ocupados llegados de fuera de las fronteras españolas. Representaban el 3,6% del conjunto del mercado sindical (277.503). Ese porcentaje la situaba como el botellín zona por la rabo.
En la última término, aquí, los ocupados extranjeros experimentaron un crecimiento que acarició el 34%. Esa subida se alcanzó a posteriori de que entre diciembre de 2013 y ese mismo mes de 2023 el número de afiliados foráneos aumentara en 3.361. Fue un aumento válido -siempre son más sencillos cuando se parte de cifras bajas-. Pero palideció en comparación con el registrado en España, donde los trabajadores inmigrantes se dispararon un 72,9%.