Las patronales agrarias de Córdoba activan 12 años después la contratación de trabajadores extranjeros en origen


El campo cordobés está activando un mecanismo gremial para las campañas del olivar y cítricos -las dos más fuertes- del que no se dotaba hace más de una decenio: la contratación colectiva en origen de extranjeros. Es una utensilio establecida por el Gobierno central para realizar vinculaciones laborales a inmigrantes en sus países de residencia y que acudan aquí a trabajar con una migración circular vuelven a sus naciones al destruir el convenio-.

El esperado aumento de fruto a acopiar en la oliva y la naranja y las dificultades que el sector ya había empezado a detectar para conseguir trabajadores nacionales han impulsado a los colectivos agrarios de la provincia (Asaja, UPA, Coag y Cooperativas Agroalimentarias) a solicitar la puesta en marcha de este mecanismo.

En mayo, dichos colectivos trasladaron a la Subdelegación del Gobierno su interés por utilizarlo tras acumular doce abriles paralizado. La subdelegada del Gobierno, Ana María López, dijo ayer a torrevieja news today que el proceso está ahora en la situación de aguardar que «los colectivos agrarios planteen sus deyección al Servicio Andaluz de Empleo [SAE]». Que fijen cuántos trabajadores extra calculan que necesitarán para la campaña del olivar y los cítricos. El SAE señalará qué puestos se cubren por autóctonos y apuntará el número de extranjeros a contratar. Asaja y Coag indican que muchos de esos puestos que demandarán no serán ocupados por españoles.

La máxima responsable del Ejecutor central en Córdoba indicó que, una vez que el SAE «estime la condición de mano de obra» foránea existente, «desde la Subdelegación se activarán los mecanismos para satisfacer las demandas de las patronales».

Asaja y Cooperativas Agroalimentarias necesitarán un insignificante de 2.000 trabajadores para olivar y cítricos

En Asaja-Córdoba, su secretario militar, Rafael Navas, aportó más detalles de este proceso. Este colectivo rural y Cooperativas Agroalimentarias han hecho una solicitud al SAE en la que demandan, de acuerdo a los empresarios asociados a ambas patronales, «un insignificante de 2.000 trabajadores» para las campañas del «olivar, primero, y de los cítricos, como segunda». Puntualizó que las deyección concretas de mano de obra son poco «muy difícil» de conocer ahora. Añadió que, para esos dos millares de puestos, «no esperamos muchos nacionales».

Expuso que en la temporada 23/24, pese a estar marcada por la descenso cantidad de fruto a acopiar por la sequía, «ya hubo problemas» para poder contar con toda la mano de obra necesaria. Por ello, han iniciado el mecanismo de contratación colectiva en origen. Eso sí, advirtió de que implica «un trámite oficinesco tedioso».

El secretario militar de UPA en la provincia, Miguel Cobos, detalló lo trabajoso que es el proceso. Las patronales deben hacer una solicitud del número de trabajadores necesarios. Ha de conformarse señalando qué empresarios requieren trabajadores extranjeros o a cuántos contratará cada uno de ellos. El empleador adquiere el compromiso de abonar al trabajador el alucinación de aparición y de regreso o «de ofrecerle una vivienda digna en condiciones económicas razonables, asequible para estos trabajadores».

Avanza que han hecho un medición y «pensamos que en torno a 1.000 ó 1.200 empleados agrarios» serán necesarios en la provincia «fundamentalmente para el olivar y en pequeño medida para los cítricos». Coincidió, como Navas, en la dificultad de calcular aún de forma concreta las deyección de mano de obra: «Estamos esperando a ver cómo evoluciona la climatología».

UPA avanza que los trabajadores podrían obtener de «Mauritania, Senegal o Mali, sin descartar Marruecos»

«Si llueve este mes o en octubre, habrá mejor cosecha de olivar, que es para la que más trabajadores necesitamos, y más condición de mano de obra», reflexionó Cobos. La diferencia entre la emblema de empleos que se demanden al SAE y los que ocupen nacionales -«Normalmente no serán muchos»- será la que cubran los extranjeros. Se irá a buscarlos a países con los que España tiene acuerdos de regulación de flujos migratorios o instrumentos de colaboración en esta materia.

Cobos avanzó que los trabajadores que llegarían podrían ser de «Mauritania, Mali o Senegal, sin descartar Marruecos, una opción en lo crematístico por cercanía geográfica». «Lo que pasa es que parece que los trabajadores de Senegal, Mali o Senegal tienen más experiencia», argumentó.

Añadió que, para este mes, debe convenir cerrada la emblema de trabajadores que se pueden traer, de forma que se pueda asignar «octubre a su selección y a tramitar sus papeles», para que «en torno al 15 ó 20 de noviembre», cuando la campaña del olivar empieza «de forma generalizada», tener a estos empleados foráneos disponibles.

La descuido de mano de obra franquista y la previsión de aumento de las cosechas reactivan los contratos en origen a extranjeros

El sector puede utilizar esta temporada 24/25, si no logra todo el contingente de trabajadores que desea, como campo de pruebas para engrasar la recuperación de este mecanismo, de cara a campañas venideras.

La secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, dijo que «estamos en la etapa en la que los empresarios señalan cuántos trabajadores necesitarán. Este mecanismo se activa porque no se encuentran [aquí] personas dispuestas a trabajar en el campo».

Cambios en la UE

Éste es un factótum al que igualmente apuntan Navas y Cobos, que, adicionalmente, añaden como otro motivo el incremento de las cosechas previsto para las campañas 24/25. «En cítricos, la pasada temporada, estuvimos en 180.0000 toneladas y este año pueden ser unas 360.000. En el olivar, en la pasada, se produjeron 150.000 toneladas de óleo, la parte que en un año bueno, y en esta ocasión podemos estar en torno a las 200.000 si todo va admisiblemente climatológicamente», reflexionó Cobos.

Acerca de que hayan pasado doce abriles sin acogerse a la contratación colectiva en origen de extranjeros, ha influido, como indicaron Navas y Cobos, que los anteriores contingentes venían de Rumanía, aunque igualmente de Bulgaria y Polonia. Esos países acabaron entrando de pleno derecho en la UE y quedaron fuera de este mecanismo de contratación. «Había muchos contactos hechos con empleados de esas naciones y luego pudieron venir independientemente y con ese personal nos fuimos manejando, pero luego cada vez fueron viniendo menos, porque la crematística de esos países mejoró», expuso el mayor responsable de UPA en Córdoba.

Sobre el hecho de que haya que demandar mano de obra extranjera con los altos niveles de paro que tiene la provincia, Navas sostuvo que la descuido de trabajadores no es poco exclusivo del campo. Y defendió la condición de realizar «una consejo muy profunda» sobre el maniquí de diligencia del desempleo en España. «No es comprensible que esto suceda cuando las condiciones laborales son más que aceptables, porque están acordadas por sindicatos y patronales», finalizó.

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