El pasado 25 de agosto los vecinos del barakaldés intramuros de Lutxana se preparaban para cohabitar sin asimilar que descansar se iba a convertir en una utopía. Un penetrante pitido, un zumbido perenne procedente de la cercana manufactura de oxígeno se colaba en sus casas impidiendo su refrigerio. Era el principio de un calvario y que está causando severos trastornos físicos a muchos vecinos de las viviendas cercanas.
Entre los afectados están Izaskun y Eneko, no pueden desplegar las ventanas de casa. Al igual que ellos, todos los vecinos de intramuros de Lutxana, en el municipio vizcaíno de Barakaldo. Desde el 25 de agosto, la manufactura que ‘Oxinorte’ emite un estrepitoso sonido que está molestando a todos aquellos y aquellas que viven cerca de de la manufactura. “Esa manufactura que veis al fondo, es esa. Lleva así más de dos semanas”, enseña Izaskun, barakaldesa, desde en el interior de casa. “Este sonido es permanente e irritante. Se mantiene durante todo el día”, añade su marido Eneko, harto de esta situación.
Los pisos próximos presentan ventanas y hasta persianas cerradas. No se abren ni para ventilar para intentar evitar que el ruido entre en sus casas. Para muchos estos tortuosos días ya empiezan a ocurrir elaboración. La dificultad para descansar es enorme. Conciliar el sueño es muy complicado y ya ha generado insomnio y jaquecas a muchos. Algunos presentan “síntomas de ansiedad porque es ficticio sacarse ese ruido de la vanguardia”, nos cuenta otro vecino.
Desde hace abriles reclaman a las autoridades que la trasladen por las continuas molestias que les originan. Esta vez el hartazgo es enorme. Desde el junta han iniciado una investigación y han pedido reunirse con los responsables de la manufactura. No descartan iniciar un expediente que acabe en una legitimación. Pero los vecinos quieren que el pitido desaparezca de inmediato, los ritmos burocráticos nos les satisfacen.
La empresa esgrime que todo se debe a una avería en una tubería y que trabajan por repararla, pero al mismo tiempo, dicen no poder detener la producción. Retomaron la actividad ese día, el 25 de agosto, y aún no han rematado solventar la formal incidencia. En presencia de las quejas de los vecinos y la solicitud de explicaciones por parte del consistorio han decidido detener la actividad durante 3 noches para posibilitar el refrigerio de los residentes. Una medida que todos consideran “insuficiente y quieren una opción definitiva”.
Algunos esperan que el junta actúe pronto y decrete un vallado temporal de la manufactura. Otros no confían “porque se protege a la empresa esgrimiendo que es por los puestos de trabajo. “Y nuestra lozanía, qué”, se queja otro vecino. Piensan en iniciar movilizaciones “si esto no se soluciona ya”. Los trastornos físicos pueden tornarse en dolencias médicas y ahí precisamente, “en el hospital es donde vamos a terminar todos, para ser tratados o como protesta”, amenazan algunos.
Numerosas quejas entre los vecinos
Este sonido perturbador es fruto del mantenimiento anual que llevaba a agarradera la empresa. El de este año ha sido más polémico. Han modificado el trazado de dos tuberías y sustituidas por otras, lo que ha hecho que el sonido salga cerca de fuera. Esta situación ha desatado numerosas quejas entre los vecinos y vecinas de Lutxana en el Cabildo de Barakaldo. Es así, que la institución ha legado un toque en la mesa y ha comenzado una investigación. Aseguran que durante estos días estarán “vigilantes”, para que se cumplan las normativas, porque de lo contrario tomarían medidas legales.
La manufactura, por su parte, ha intentado mitigar el sonido o al menos reducirlo, poniendo en marcha trabajos de aislamiento. Pronostican que hasta la semana que viene no van a poder cesar el sonido al completo y mientras tanto, tras presentarse al exiguo de stock el pasado viernes, están haciendo paradas en los turnos de tarde y incertidumbre, para que lo vecinos puedan descansar.
No es la primera polémica
Los residentes de la zona aseguran que hace más de dos abriles y medio llevaron al Pleno Municipal la propuesta del traslado de la manufactura. Más o menos de esta empresa, se situaban varias más que fueron trasportadas a otros lugares, donde no molestaran a los vecinos. Es así, que esperan que este traslado sea más pronto que tarde para que puedan adormilarse tranquilos y tranquilas. “¡Hace unos ruidos insoportables! De tenerte despierto toda la incertidumbre”, asegura un vecino que paseaba tras la manufactura. Añade: “Pues estamos…” y señala su extremo pelo de la vanguardia.
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