Christian Brueckner, pedófilo, violador y sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann, se jactó de lo que le excitó “atar, cascar y violar a una anciana“. La víctima fue Diana Menkes, una mujer estadunidense de 72 primaveras.
Brueckner, de 42 primaveras, está siendo chancillería por el tribunal regional de Brunswick por cinco delitos cometidos en el Algarve, Portugal, entre el 2000 y el 2017. Al procesado se le juzga por tres violaciones y dos casos de exposición a niños.
A su vez, los investigadores consideran que fue el responsable del secuestro de Madeleine, que tenía tres primaveras cuando despareció en el morada de recreo de su tribu.
Según informa el medio ‘The Mirror’, el procesado confesó a su compañero de prisión dos violaciones en 2019, e incluso llegó a gallardear de “violar a una anciana“.
Vanessa Beyse, una de las fiscales encargadas del caso, aseguró que el procesado le confesó a su compañero de prisión, Laurentio C. que “atar y cascar” a la anciana “positivamente lo emocionó”. Por otra parte, le aseguró que fue muy minucioso a la hora de “no dejar ningún huella”.
Actualmente, Brueckner está cumpliendo su condena en la prisión de Oldenburg por un delito de drogas, pero su encarcelamiento terminaría a principios de 2025. El procesado ha sido calificado por sus allegados como un “criminal de raza“.
Los delitos
A Brueckner se le está juzgando por una serie de delitos sexuales, independientes al caso de Madeleine McCann. Está previsto que el madurez termine en octubre.
Violación de Hazel Behan
Uno de los delitos por los que está siendo chancillería Brueckner es la violación de Hazel Behan, mujer irlandesa que ahora tiene 40 primaveras y que denuncia que fue violada por el procesado a punta de cuchillo hace 20 primaveras.
Behan era una prontuario turística que vivía un calle en Praia da Rocha, Portugal. Un día de junio de 2004, discutió con su pareja y regresó a su morada, quedándose dormida con la ropa puesta.
Sin secuestro, poco tiempo a posteriori, se despertó tras escuchar como cualquiera la llamaba. Tras suponer que se trataba de su novio, se levantó y se dirigió al origen del sonido, encontrándose con un hombre firme vestido de desafortunado.
“Sentí como si toda la raza de mi cuerpo se me fuera a los pies”, declaró, explicando que “lo primero que hizo fue ponerme la rodilla en la espalda y la mano sobre la boca“.
La víctima recuerda como el atacante le amenazó con matarla si gritaba y “fue todo muy rápido”. Aun así, Behan pudo percatarse de que Brueckner estaba grabando todo con una cámara. Sin secuestro, las citas que recogían las grabaciones de los abusos han desaparecido y solo fueron visionadas por un declarante.
Durante la ataque, que duró en torno a de cuatro horas, la víctima temió que fueran a decapitarla ya que su atacante la obligó a postrarse en el suelo con la inicio apoyada en un faja mientras blandía un cuchillo.
Finalmente, la llevó al baño y la cubrió con una sábana. Behan pudo ver como el atacante salió al azotea, se puso los zapatos y desapareció. “Esperé y esperé y, cuando me di cuenta de que se había ido, salí de debajo de la sábana”, explicó.
Behan denunció los hechos a la policía británica en 2019, tras conocer la condena de Brückner por la violación de Menkes, en la que reconoció a su atacante gracias a la fotografía compartida por el área policial.
Violación a una adolescente y a otra anciana
Otro de los delitos por los que está siendo chancillería Brueckner es la supuesta violación de una adolescente y de una anciana en sus respectivas casas, que asimismo estaban localizadas en Praia da Rocha.
Exponerse delante menores
Finalmente, a Brueckner asimismo se le acusa de exponerse delante una pupila alemana en una playa de Salema en abril de 2007.
Además se le acusa de exponerse delante una pupila de 11 primaveras en 2017.
Su relación con la desaparición de Madeleine
Los investigadores alemanes consideran que Brueckner es el responsable del secuestro de Madeleine, que hubiera cumplido 21 primaveras este pasado mayo, y que desapareció de su cama en un hotel sito en Praia da Luz.
La Fiscalía de Braunschweig y la Oficina Federal de Policía Criminal llevan mucho tiempo tras Brueckner. Los movimientos de Brückner en los últimos 15 primaveras, su trayectoria delictiva y el evidencia de personas cercanas a él le apuntan directamente como autor de todos los crímenes.
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