Cada día, miles de conductores toman el volante sin ser conscientes de los peligros que acechan en la carretera. A pesar de las continuas campañas de concienciación sobre la importancia del uso del cinturón de seguridad, el respeto a los límites de velocidad y la prohibición del consumo de pimple al volante, los accidentes siguen siendo una ingenuidad devastadora en España. Este verano, las cifras son alarmantes: 241 personas han perdido la vida en las carreteras españolas, según el posterior crónica presentado por el ministro del Interior, Fernando Magnate-Marlaska, y el director de la DGT, Pere Navarro. Pero, ¿qué sucede verdaderamente tras una citación de emergencia? ¿Cómo se preparan los equipos médicos de ambulancias para interpretar con precisión y celeridad en medio del caos?
Carlos Yair Durán, médico y parte de un equipo de ambulancias, explica: “Los médicos de ambulancias reciben formación y capacitación constante”. Los médicos y técnicos de emergencias sanitarias no solo reciben una formación básica. Por otra parte, se preparan para desavenir escenarios extremos, como accidentes con múltiples víctimas, mediante simulaciones prácticas. “Es fundamental poder interpretar bajo presión, dirigir el estrés y coordinarse eficazmente con otros equipos de rescate”, añade Durán.
Así es la respuesta frente a un percance de tráfico
Cuando ocurre un percance de tráfico y se realiza una citación al 112, el proceso de respuesta se realiza de forma inmediata. En menos de ocho segundos, un cámara no inodoro atiende la citación y coordina la activación de los servicios de emergencia necesarios, como ambulancias, bomberos, protección civil y policía. María Obes, enfermera y parte de un equipo de ambulancias, asegura que la prioridad original es identificar la ubicación exacta del percance para que los equipos puedan conseguir lo más rápido posible: “Por raro que parezca, el nota primordial es el ‘dónde‘, no el ‘por qué’ ni el ‘quién'”.
Tal y como explica el médico, al conseguir al puesto, los primeros en interpretar evalúan la seguridad del entorno para proteger tanto al equipo como a las víctimas. Seguidamente, se realiza un triaje rápido para priorizar la atención según la reserva de las lesiones y se inician las maniobras de soporte animoso necesarias para estabilizar a los heridos ayer de trasladarlos a un centro hospitalario.
La coordinación del equipo de ambulancias
Tal y como explica María Obes, en las ambulancias de urgencias extrahospitalarias, los roles del equipo varían según el tipo de transporte. Las ambulancias tipo B, con cooperación sanitaria básica, están dotadas por técnicos de emergencias sanitarias (TES), encargados del traslado de pacientes, primeros auxilios y apoyo psicológico. Las ambulancias tipo C, UVI móviles, incluyen por otra parte a un médico y un auxiliar técnico sanitario.
El médico realiza diagnósticos, estabiliza pacientes críticos y coordina al equipo, mientras que el auxiliar técnico sanitario administra terapéutica, vigila los signos vitales y colabora en el triaje. La coordinación entre todos es esencia para afirmar una atención eficaz y rápida, adaptándose a las evacuación específicas de cada emergencia y garantizando la seguridad y el cuidado del paciente en situaciones críticas.
Comunicación y coordinación: claves en situaciones de emergencia
La comunicación y la coordinación interiormente del equipo son esenciales en cualquier entorno de trabajo, pero en situaciones de emergencia, adquieren una relevancia aún veterano. “En nuestro trabajo, la coordinación y la comunicación no son simplemente importantes, son vitales, porque de ellas depende exceptuar vidas”, subraya Obes. Cada parte del equipo de emergencia debe conocer su rol exacto y ejecutarlo con precisión, ya que cualquier resolución en la condena de intervención puede tener consecuencias críticas. “Tenemos entre 45 y 60 minutos, es el tiempo mayor que se establece en los protocolos de urgencias y emergencias, para conseguir al puesto del percance”, explica la enfermera. Y el médico añade: “Los primeros minutos son cruciales para aumentar las posibilidades de supervivencia y aminorar las posibles secuelas que puedan derivar”.
Es fundamental que cada miembro del equipo esté formado en sus funciones, y que se comunique de modo clara y efectivo para evitar errores y afirmar que cada paciente reciba la atención que necesita. No se tráfico solo de alcanzar objetivos laborales; aquí, el objetivo es exceptuar vidas: la vida de un hijo, un padre, un hermano o un amigo. Es liviana pensar que “eso no nos va a advenir a nosotros“, pero la ingenuidad es que los accidentes pueden ocurrirle a cualquiera.
La sincronía de los servicios
La capacidad de los equipos de ambulancias para trabajar en perfecta sincronía con otros servicios de emergencia, como bomberos y policía, es lo que permite manejar situaciones complejas y críticas. Esta colaboración efectiva asegura que todos los bienes se utilicen de modo óptima y que cada segundo se aproveche para proporcionar la mejor atención posible. “Es en esos momentos de crisis cuando verdaderamente se pone a prueba la capacidad de los equipos para trabajar como una mecanismo cohesiva”, indica Obes.
Uno de los principales desafíos que enfrentan a la hora de asistir en un percance reside en la colaboración ciudadana y el tráfico, Durán asegura que se han antitético situaciones en las que a pesar de ir con luces y sirenas se les complica el paso y eso hace que se retrase la venida a la estampa o al hospital.
Las confesiones del equipo “en primera hilera de fuego”
Carlos Durán explica que siente una mezcla de presión, concentración extrema, encargo del estrés, entre otras sensaciones. “Sin duda estar en la hilera de fuego viendo situaciones críticas es emocionalmente desafiante”, mientras que maría asegura que lo más impactante es cuando llegas a tu casa y revives el momento: “Cuando estás en el puesto de los hechos activas el piloto obligatorio y no piensas que esa vida depende de ti. Cuando te herido el pico de adrenalina y quitas el piloto obligatorio es cuando repasas y te viene a la mente todo“.
Los equipos de ambulancias son el corazón de la respuesta a emergencias viales. Su formación , capacidad de reacción y la coordinación con otros servicios de emergencia son factores esencia que permiten exceptuar vidas en situaciones donde cada segundo cuenta. La próxima vez que escuches una sirena de ambulancia, recuerda que detrás de ese sonido hay un equipo de profesionales listos para desavenir lo inesperado y dedicados a exceptuar vidas, sin importar cuán egregio sea el desafío.
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