“El hermanamiento es un punto de encuentro más allá de San Torcuato”



La Sala dos Arcos de Celanova acoge estos días la muestra “De la arcilla a la confusión”, una exposición de diseños digitales que la escritora accitana Carmen Hernández  ha creado expresamente para  seguir enriqueciendo el hermanamiento entre Celanova y Guadix a través de la figura de San Torcuato.

 ¿Cómo ha llegado a Celanova?

Yo sabía que había un hermanamiento entre las dos ciudades y que se ha hecho, a nivel municipal, alguna colaboración. Pero Torcuato Fandila García de los Reyes, que es el embajador de Celanova en nuestro pueblo y el animador de este hermanamiento proponiendo muchas actividades, ya hace tiempo que me había comentado de venir a Celanova interiormente del alucinación que se organiza cada verano desde Guadix, pero que por trabajo no pude hacer hasta este año.

¿Qué le está pareciendo la villa?

Celanova está superando mis expectativas. El paisaje, verde, y sus gentes… Yo tenía mucha curiosidad por conocer todo este mundo celta.  El enigma que tiene Galicia con la niebla, con las costumbres… Me dejó boquiabierta la cueva de San Vivián de Vilanova dos Infantes, puede ser una cueva eremita… Además Castromao. Yo comprendo el hermanamiento como un punto de disputa, pero no sólo por el tema de San Torcuato, sino un montón de factores que nos unen desde la civilización celta hasta la humanidades. 

Morapio de descanso, pero con una exposición en la maleta.

Si, porque si tengo posibilidades de hacer poco, pienso que es más perfeccionador. Esta exposicion se me ocurrió porque, aunque soy escritora, ahora estoy explorando el mundo digital y se pueden expresar muchas ideas a través de la superposición de imágenes. Y si en otros primaveras puedo venir, veré las posibilidades de hacer poco relacionado con la humanidades, con la poesía, que es lo mío. Ya Antonio Piñeiro me ha pasado unos libros sobre Celanova.

¿Qué se puede ver en la muestra?
La unión de los dos pueblos a través de San Torcuato. Aunque nunca había estado en Celanova,  tenía congruo  documentación y conocimientos con respecto al tema de San Torcuato y de su relación con el finalidad. Cómo el prelado guadixeño Eufrasio lo trajo a Santa Comba porque, con la invasión musulmana, las tumbas de los cristianos estaban amenazadas. Todo esto está documentado en un manuscrito, Vita Torquati et comitum (La vida de Torcuato y sus compañeros).  Luego hay leyendas y lugares, como Face Retama en Guadix, donde supuestamente estaba enterrado el santo y que da aceitunas que tienen muchas propiedades curativas… Confluyen muchas cosas para pensar que no hay un fondo de verdad en todo esto. Parte de esa simbología está plasmada en la exposicion: el olivo milagroso representado por el Camino de Santiago; referencias a los romanos cuyo paso por estas tierras es tan evidente cerquita de Santa Comba de Bande; Luparia, la reina Lupa gallega y que fue incluso la primera mujer de Guadix bautizada por Torcuato… Torcuato significa el que porta el que lleva torques (collares) que eran los celtas los que llevaban torques. De ahí que yo siempre he pensado que Torcuato era de aquí, de Galicia. 

¿Cuál será el sucesivo destino?

Estos cuadros, hechos en papel pluma, los voy a dejar aquí en Celanova. Se ha gestado para aquí y no tiene sentido fuera de este contexto. Ya se lo he comunicado al corregidor, Antonio Puga, para que le busquen un espacio. Yo he pensado que el albergue. 

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