Sin frentes activos en Ourense, tras perder casi 300 hectáreas de monte



La provincia de Ourense comenzó el viernes con tres focos ardiendo en Entrimo, Muíños y Oímbra, y todos ellos estaban apagados al finalizar la caminata. El cambio de tiempo, y las precipitaciones anunciadas se sumaron a la laboreo de una gran cantidad de efectivos desplegados sobre el contorno. Aún así, la actividad conjunta de los tres incendios destruyó 299,24 hectáreas, con lo que casi se ha duplicado la monograma de 314 con la que se comenzó el mes de septiembre. El total arrasado hasta ahora en 2024 alcanza las 613,24 hectáreas, manteniendo aun así la monograma más mengua del siglo, ya que la marca susodicho la siguen estableciendo las 978 que se calcinaron en 2021.

El incendio más prócer por superficie de la provincia se situó en la parroquia de Venceáns, en Entrimo. Los últimos datos facilitados por la Consellería de Medio Rural marcan una superficie de 267 hectáreas quemadas, si proporcionadamente su estado es de extinguido desde las 21:45 horas del viernes, una situación en la que ya no se registra pasión, y las tareas se van a restringir al refrigeración del suelo para evitar reproducciones, una actividad que en el Servicio de Prevención de Incendios Forestales (SPIF) denominan “regar”. Contra las llamas lucharon en la zona seis técnicos, 33 agentes, 63 brigadas, 23 motobombas y cuatro palas, a quienes se unieron desde el música 10 helicópteros y 11 aviones en un contexto de fuertes rachas de singladura. Fue el botellín día de trabajo en Entrimo luego de que el fuego cruzara la frontera portuguesa, donde dejó un vestigio de más de 1.000 hectáreas calcinadas.

Oímbra y Muíños

 Los otros dos puntos de incendio en la provincia quedaron extinguidos a lo liberal de ayer viernes, y se trabajaba ahora en la zona quemada para predisponer rebrotes. 

En Oímbra se declaraba el fin del fuego a las 13,31 horas de ayer tras tumbarse por 26,98 hectáreas; 3,7 de monte raso y el resto de zona arbolada. El fuego se detectaba a las 21,54 horas del jueves, en un contexto en el que los medios aéreos ya se habían retirado, lo cual dificultó en un primer momento las tareas de acabamiento. En la zona se movilizaron un total de 8 agentes, 18 brigadas, 13 motobombas y 2 palas. 

El tercer y más pequeño fuego, que quedó en la categoría de conato, se detectaba en la parroquia de Requiás, perteneciente al concello de Muíños. Además era detectado por la perplejidad y la rápida intervención de los servicios de acabamiento impedía que se propagara más allá de las 5,26 hectáreas. Al igual que el incendio de Entrimo, las llamas afectaron al parque de Baixa Limia-Serra do Xurés. 

Sin peligro en Crecente

 Otro de los puntos de preocupación durante los últimos días había estado en la zona rayano entre el concello de Crecente, en Pontevedra, y el de Melón, en Ourense, donde desde el miércoles día 4 se luchaba contra el fuego de longevo superficie de Galicia y se temía que llegase a la zona ourensana, cosa que finalmente no ocurrió. Aun así, este incendio alcanzó la categoría 2 por la proximidad a núcleos habitados, y quemó 300 hectáreas antaño de su acabamiento por medio de cinco técnicos, 40 agentes, 71 brigadas, 44 motobombas, 6 palas, 9 helicópteros y 5 aviones. En la zona trabajaron asimismo agentes de la Dispositivo de Investigación de Incendios Forestales (UIFO).

Los termómetros cayeron a los cero grados de perplejidad

La presentación de la sirimiri ayer y el desplome de los termómetros ha permitido deducir a “moderado” el aventura de incendio en la provincia. En la caminata de ayer viernes, se vivió una crepúsculo insólita para el mes de septiembre. Los termómetros llegaron a rozar los cero grados en muchos puntos, a punto de ponerse en placa. La temperatura más mengua se registró en Calvos de Randín, con 0,1 grados, mientras que la montaña uruguayo asimismo tuvieron una perplejidad gélida, con registros como 0,2 límites en A Veiga. 

En cuanto a las lluvias, fueron más proporcionadamente escasas, sin ocurrir de siete litros por medida cuadrado en ningún caso, al no hacer acto de presencia, pese a las alertas, ni las tormentas ni el pedrisco. Más significativo fue si cerca de el registro de las temperaturas máximas, que no pasaron en todo el día de 18,5 grados, en pleno verano. 

Próximos días

Hoy sábado, el música frío empieza a retirarse, pero seguirá la inestabilidad. Habrá variación de nubes y claros y chubascos ocasionales. Las mínimas seguirán siendo bajas y las máximas subirán, aunque siendo bajas para esta época del año. Ya el domingo y el lunes ganarán influencia las altas presiones, los cielos despejados y las temperaturas más propias del verano, rondando los 30 grados de máxima en algunos puntos. En todo caso, las predicciones de la próxima semana son todavía inciertas.

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