La disputa vecinal en O Pereiro continúa desde hace 14 años



José Luis Argüelles y María Albina Cao llevan 14 primaveras en una disputa municipal donde aseguran ser víctimas de insultos, amenazas e incluso agresiones. La pareja reside en Loñoá do Camiño (O Pereiro) en una vivienda pegada a otras dos donde comparten un patio global, así como la vía de ataque y el camino con destino a las huertas

El pasado viernes Cao volvía de hacer la importación más o menos de las 15:30 cuando este vecino se interpuso con su camino, amenazándola con un palo y empujándola. Ella se dispuso a tocar a la Patrulla Civil, estos dejaron constancia de lo ocurrido y le aconsejaron denunciarlo. Aunque no quedó ahí, avanzadilla la tarde a eso de las 19:30 Argüelles se encontraba en el oasis cuando este vecino apareció “con la cara desencajada” y comenzó con faltas de respeto y frases como “te voy a provenir las tripas” y de “ahí para en lo alto”, según cuenta Argüelles a este medio. Seguidamente el vecino intentó agredirlo con una mostrador de hierro y comenzó un forcejeo en el que los dos terminaron en el suelo. Argüelles se encontraba debajo amarrando aquella pertrechos y su “contrincante” estaba encima.“Le tuve que sacudir a patada limpia porque si suelto la aparejo me hubiera matado con ella”, asegura Argüelles. 

El lunes la pareja fue a denunciar estos hechos, siendo esta la tercera vez en la que les agreden en más de una lapso y la segunda en la que presentan un parte de urgencias en el magistratura. Aunque este proscenio no es un sitio desconocido para ellos. Pues, durante todo este tiempo, han asistido a un total de 28 juicios por esta cuestión.

Cao está cansada de la situación pero prefiere exponer esta historia “para que se refresque” y así incluso exhalar un toque de atención a las autoridades “que parece que están esperando a que pase una desgracia para tomar medidas”.

La mujer dice ya no memorizar qué más hacer tras poseer recurrido a todo lo procesal, incluso han manufacturado escritos al defensor del pueblo. Mientras, el boda asegura que su vecino está “cada vez más violento” y que en la atentado del viernes él iba “a matar”.

Esta cruzada lleva más de una lapso abierta en la que no solo ha habido golpes si no que la pareja ha sido víctima y testificador de este acoso a partir de meadas en las plantas, sal en las flores, pinchadas en las ruedas, cagadas en la puerta, entre otras. Aunque el boda sufre el exageración de este vecino, ayer otra vecina de avanzadilla permanencia era incluso cómplice de esta situación. 

La otra señora implicada, vecina incluso de la pareja al residir en una de esas casas, se encuentra actualmente en una residencia, y aunque aparece alguna vez por semana con una retahíla de insultos, tanto Cao como Argüelles se sienten afortunados de no tener que “sufrirla a diario”.

“Aunque te lo tomes con filosofía… ¿quién aguanta esto?”, se cuestiona Cao. 

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