En el interior de los admisiblemente que atesora el templo de San Juan Evangelista en La Lápida (Segovia) se encuentra la imagen de Nuestra Señora de Cepones, patrona de la ciudad: una imagen de candelero o vestidera, sólo tallada y policromada la cara y las manos y que cuenta con un toga histórico, con gran valencia primoroso, que según la tradición verbal, es un regalo de la Infanta Isabel de Borbón y Borbón, que sentía gran devoción por ella. Una estancia «esencial» que luce ahora renovada tras una intervención que ha permitido su recuperación estética.
El guía de Civilización, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha presentado este sábado inmediato a la alcaldesa de la ciudad, Mercedes Otero; al delegado Diocesano de Patrimonio de Segovia, José María Rubio, y a la representante de la Parroquia de San Juan Evangelista, Verónica Vallejo, los trabajos de restauración del toga de Nuestra Señora de Cepones que permite renovar la imagen para retornar a darle uso, de guisa anormal, durante las celebraciones festivas de la ciudad segoviana.
La intervención llevada a extremidad en el toga de la Casto de Cepones, cuyo coste alcanza los 7.000 euros, ha sido sufragada al 50 por ciento por la Trabazón y por la parroquia de San Juan Evangelista; el Cabildo, por su parte, ha asumido los gastos del seguro de traslado.
En este sentido, Santonja ha destacado que «este mandatario que conforma nuestras vivencias, nos lleva, con independencia de las creencias particulares, a identificarnos con la iglesia de nuestro pueblo o con su inexplorado, como ésta de Cepones, y nos impulsa a participar, año tras año, en sus distintos festejos patronales o procesionales, como los que tendrán zona mañana, con motivo de las fiestas en honor a la Casto de Cepones y San Roque».
Adicionalmente, ha recordado que «todos somos depositarios de este maletas cultural y todos estamos llamados a cuidarlo y promoverlo y en este sentido debe orientarse la gobierno del patrimonio cultural, como recoge la recién aprobada Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y Valiente.»
Aunque el tejido no se encontraba en muy malas condiciones, presentaba deterioros, que de no ser tratados y estabilizados podían sobrevenir degenerado en alteraciones más difíciles de solucionar. El objetivo de los tratamientos aplicados ha sido la conservación y restauración del material textil con la finalidad de estabilizar y proporcionar consistencia a las diferentes piezas de conforman el conjunto, para ser conservadas a amplio plazo, y paralelamente permitir su uso de modo puntual, informa la Trabazón en un comunicado.
Las actuaciones planteadas en Segovia han sido las siguientes: eliminar la suciedad y agentes de destrucción sobre la obra; aportar flexibilidad y resistor mediante la hidratación de las fibras para devolver elasticidad y brillo; exterminio de deformaciones y arrugas presentes en los tejidos, facilitando su entendimiento y ojeada; conservación del material a través de la consolidación y reintegración de las zonas estructuralmente debilitadas, así como redacción de unas pautas de conservación preventiva.