Álvaro García Ortiz inauguró este jueves un año sumarial en el que todas las miradas le apuntan. El fiscal normal del Estado se encuentra al borde de la imputación por un supuesto delito de revelación de secretos, acumula varios varapalos del Supremo por sus nombramientos y, con el sitio del Consejo Genérico del Poder Legal ya resuelto, enfrenta el curso como protagonista casi exclusivo. Consciente de ello, en un primer discurso cargado de g
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