45 años de un hit single que hizo temblar la leyenda Beatle



Este es un apunte frecuentemente olvidado, pero en los últimos meses de la lapso de 1970, concretamente entre finales de agosto y comienzos de septiembre de 1979 Capitol Records lanzó el single que más rápido se vendió en los USA desde “I Want To Hold Your Hand” de los Beatles. Se vendió un millón de copias y se convirtió en la canción más vendida en los EEUU en 1979 y uno de los temas de rock más pegadizos que se recuerdan. El 25 de agosto, una pandilla absolutamente desconocida hasta ese momento como los californianos The Knack llegó al número uno en Estados Unidos con “My Sharona”.

Escrita por el guitarrista principal del reunión Berton Averre y el cantante principal y guitarrista rítmico Doug Fieger, la canción igualmente se benefició de la experiencia y experiencia de Mike Chapman en la producción. La colaboración de composición y producción del australiano “Chinnichap” con el anglosajón Nicky Chinn había sido inmensamente exitosa durante la lapso de 1970 para artistas como Sweet, Suzi Quatro, Smokie, Mud y Racey, que colocaron varios hit-singles en las posiciones más altas de los charts británicos gracias al buen hacer de Chapman. De hecho, su final gran éxito en este campo se había producido poco tiempo antaño, cuando logró que el disco de 1978 de Blondie “Plastic Letters” fuera multiplatino en Inglaterra y Estados Unidos. Merced a ello, Capitol Records le hizo una proposición al más puro estilo tribu Corleone para que produjera un disco de un pandilla a la que acababan de fichar y de la que estaban convencidos que iba a ser un impacto espectacular: The Knack.

En verdad, Capitol había hablado con otros productores, pero la valentía final se volvió a servicio de Chapman básicamente porque aceptó unas condiciones económicas a nivel precio de amigo. Según las diversas fuentes que he podido contrastar, el disco “Get The Knack” se grabó en 11 días con un pobrísimo presupuesto de 18.000 dólares. Era un contraste directo con los meses e incluso primaveras que otros grandes grupos de la época se tomaban para ser creativos, desde Fleetwood Mac hasta Pink Floyd, pero aún así, el más claro, directo y desnudo precedente de lo que 20 primaveras posteriormente alguna tragaluz de la prensa musical inglesa llamó “Power Pop” o “Brit Pop” registrado en semana y media se convirtió en un éxito instantáneo y de hecho, atesoró récords que aún se recuerdan y por los cuales ocupan hoy esta página de “Papeles de Rock” recordando aquel hito del que se cumplen en estos días 45 primaveras.

 

“My Sharona”, el hit-single que catapultó al reunión al estrellato mundial en un tiempo record era el sencillo principal del disco, y estaba basado en una persona auténtico. “Berton, nuestro guitarrista, tenía este riff desde hacía mucho tiempo y nunca trabajamos en él muy en serio hasta que empezamos a preparar la impresión de ‘Get The Knack’, creeme”, dijo el cantante y guitarrista Doug Fieger más tarde a la revista Goldmine. “Conocí a esta chica, Sharona, y me enamoré locamente de ella. Fue una inspiración y me conmovió en un nivel muy cardinal. Solo estaba tratando de poner mis sentimientos sobre ella en el ritmo que Berton había creado”.

Por su parte, la musa de Fieger y protagonista de esta canción asevero: “Al menos tres veces al día alguno canta o se ríe de mi nombre. A veces hago reservas de mesa en restaurantes con un nombre diferente para evitar las bromas. Por lo militar, dicen: ¿De verdad eres ella? ¿La Sharona de la canción? No puedo creer que seas en realidad tú”.

El disco se grabó en los Record Plant de Nueva York a lo dispendioso de abril de 1979 y toda vez estuvo preparado para entregar a fabricación, como era habitual se procedió entre la compañía y el reunión a negociar la selección del single, que en este caso, estaba clara desde el primer momento: “My Sharona” era un tema pegadizo, comercial aunque fuera muy guitarrero y tuviera un medio punk muy procesado, lo cual por contra le acercaba a la New Wave y por ello se pensó que funcionaría correctamente no solamente en América sino fundamentalmente en Inglaterra y Europa.

Con toda seguridad, el reunión no introdujo deliberadamente muchos de los nociones que harían de “My Sharona” el inmenso éxito en el que se convirtió, pero en cualquier caso, estaban allí: un riff de guitarra potentísimo apoyado por una colchoneta de ritmo sólida y convincente y una acorde pegadiza que en más de uno de sus fragmentos no dejaba de reflectar una tensión sexual mucho más que evidente. Y el dictamen no pudo ser más acertado: entró en el Hot 100 en junio, se convirtió en disco de oro en 13 días, platino en menos de un mes y vendió cuatro millones, conquistando las listas de éxitos de todo el mundo. Reemplazó a “Good Times” de Chic en la cima del Hot 100 y ayudó al disco a entregar cinco millones de copias solo en los Estados Unidos, copando el nº1 de Billboard de julio a septiembre de 1979.

Hasta el día de hoy, Sharona Alperin sigue teniendo un gran cariño por los memorias que le trae aquella canción que igualmente fue, hace 45 primaveras, un éxito en España – aún conmemoración a Joaquín Luqui presentándola con su inolvidable “¡será tres, dos o uno!” en los 40 Principales y a Silvia Tortosa en el software de TVE “Aplauso” presentando a la pandilla haciendo playback de “My Sharona” y anunciándoles como los posibles “sucesores de los Beatles”, incluso con una pesquisa a pie de calle con cámaras de televisión- así como en el resto del mundo. En su presentación de su cuenta de X, dice textualmente: “Profesional de compraventa de capital raíces -en nuestra argot, hipotecas inmobiliarias- de Los Angeles, esposa, mama y musa de una canción que The Knack escribió sobre mí”. Por otra parte, en su sitio web todavía hace un insinuación a su pasado, con su título mysharona.com.

“Yo tenía unos 16 o 17 primaveras en ese momento”, dijo Sharona Alperin en la televisión chaqueta primaveras más tarde. “Él era nueve primaveras viejo que yo. Y un mes o dos posteriormente, me dijo: Estoy enamorado de ti, eres mi alma gemela, eres mi otra medio, vamos a estar juntos algún día. Y yo estaba locamente enamorada de mi novio en ese momento, así que tardé un año en dejarlo. Un día, en mi hora de tentempié en mi tienda de ropa, fui al tratado de The Knack y Burton Averee y Doug Fieger, el pequeño que estaba enamorado de mí, decían: “¿Deberíamos tocarla? ¿Deberíamos tocarla? Está correctamente, toquémosla para ella”, dijo Doug. Y me senté y a los dos minutos me dije, alucinando: “¿Acabo de escuchar una canción con mi nombre?”. La portada del sencillo “My Sharona” mostró a Alperin posando con una camiseta sin mangas reveladora y jeans ajustados.

Fieger y Alperin finalmente se casaron con personas distintas, pero siguieron en contacto. Es asegurar, no fue una historia de acto sexual al estilo comedia de Hollywood de Rock Hudson y Doris Day de los primaveras 60, pero en el fondo caldo a reproducir una vez más aquello que de forma inocente pero si se quiere en cierto modo revolucionaria – ¿Qué hay más revolucionario que el acto sexual? – es la esencia del rock´n´roll: la rebeldía, el inconformismo, la independencia… y por supueso el acto sexual. ¿Se acuerdan de aquello de “All You Need Is Love”…?

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