La maduración de la uva tras las buenas temperaturas que predominaron en Galicia desde la segunda quincena de julio dan manifestación a la temporada de vendimia. «El momento más atún del año», como señalan algunos bodegueros que ya han comenzado la vendimia desde finales del mes de agosto, aunque será a partir de esta semana cuando la mayoría de vinicultores den manifestación a la recogida de esta preciada materia prima en la totalidad de las Denominaciones de Origen (DO) gallegas.
Una campaña en la que se percibe el optimismo y buenos resultados en la calidad de la uva gracias a las buenas condiciones climatológicas, a la calma de que el buen tiempo asimismo acompañe en la vendimia para no perjudicar una anualidad «histórica» para Denominaciones de Origen como Valedeorras, Moterrei y Rías Baixas. Todavía es pronto para intuir el resultado en el caso de la DO Ribeiro, en la que esta semana que comienza será la más adecuada para comenzar a vendimia, a la calma de conocer en detalle los resultados de medición de calidad de la uva.
Supernumerario de otros primaveras
A pesar del buen estado de las vides, la tónica genérico entre las comarcas es que la producción se mantendrá o incluso se reducirá respecto a anteriores campañas. En el caso de la DO Ribeira Sacra, donde asimismo han regalado manifestación a la vendimia, todavía son pocas las bodegas que han comenzado y cuentan con un sobrante de stock de los últimos primaveras tras dos campañas muy prolíficas lastradas por la pandemia y la caída en el consumo que impidieron traicionar el total de la producción. Un sobrante que limitará la salida de la nueva anualidad al mercado, posteriormente de registrar en 2019 «la cosecha más extenso de su historia», afirmó el presidente del consejo regulador de la DO, Antonio Lombardía.
Una problemática que asimismo acusaron desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), encima de los pertenencias del cambio climático, lo que supone una tensión para la rentabilidad de una activad económica que forma parte del 40% de los municipios de España y el 2% del PIB castellano, con más del 2% de los puestos de trabajo en el país. Así lo señalaron en el cálculo de la vendimia 2024 presentado el pasado jueves, donde afirmaron que los vinicultores «pueden resistir la embestida del cambio climático, pero no la del mercado».
Cosecha «histórica e ideal»
Pero en Valdeorras, los más primerizos en el inicio de la vendimia de 2024, las cosecha se anticipa «histórica e ideal», con una «maduración más progresiva que la del año pasado», en palabras de Santiago Pérez, técnico de la DO, que destaca el buen clima y el arduo trabajo de los viticultores para evitar la aparición de enfermedades tales como el mildiu o el oídio.
Una vendimia que, encima, supone el 50 aniversario del Plan Revival (Reestructuración de Viñedos de Valdeorras), «el plan que cambió nuestra vinicultura y que, entre otras muchas cosas, recuperó la uva Godello para Valdeorras y para el mundo», destacó el presidente de la DO, José Ramón Rodríguez Castellanos. El resultado de las primeras mediciones indican un «fracción de pimple y aspereza ideales», lo que augura que los resultados sean «excepcionales», con el caldo «mejor que nunca», añadió Pérez.
En la misma andana se expresa el director genérico de la DO Rías Baixas, Ramón Huidobro, donde asimismo han comenzado las primeras tareas de la vendimia tras un año con un ciclo de maduración más grande adecuado al frío. A la calma de que el grande de la vendimia comience esta semana, Huidobro destaca que, de lo que ya está entrando en bodega, se pueden apreciar «mostos muy aromáticos, con la uva muy sana». Aunque asimismo le han afirmado que los racimos pesan menos, lo que invita a intuir una último producción respecto al año susodicho, pero «todavía es pronto para saberlo», concluye en director genérico.
En la DO Monterrei, la buena calidad de las uvas, «con un estado fitosanitario excelente», coincide con una buena cantidad de producción, que aumentará esta campaña gracias al incremento de hectáreas inscritas el año susodicho, tal y como indica su director técnico, Miguel López. La desafío por la uva blanca, que supone ya el 70% de la cosecha de esta DO, adjunto a la producción de tinto está ofreciendo buenos resultados según López. «Si la uva es buena, nos hace pensar que el caldo asimismo lo será», añade el director técnico de la DO, que calma que las lluvias no afecten a la buena maduración de las vides durante esta temporada de vendimia.
Auge de las cuadrillas
Otro aberración, cada vez más global en las bodegas de la DO Rías Baixas y del resto de comarcas, es el aumento de las cuadrillas que acuden a Galicia en la época de vendimia para trabajar durante este momento del año. Grupos que no suelen pasar la decena de miembros y que permiten acoger la uva a tiempo frente a las dificultades que se suceden año tras año a la hora de encontrar personal específico para ejercitar una encaje que cada vez menos jóvenes encuentran atractiva.
Javier Peláez, propietario y director genérico de la bodega tribu Marqués de Vizhoja, señala cómo los bodegueros abren las listas de empleados desde el primer día de agosto y que, hace primaveras, cubrían los puestos en cuestión de días. En su caso, conseguían enganchar a entre 200 y 280 jornaleros, una encaje cada vez más difícil, que les empujó a colocar carteles ofreciendo empleo en poblaciones de las inmediaciones de la bodega, situada en el municipio pontevedrés de Arbo, a los pies del río Miño.
Un enclave donde se conjuga la inscripción temperatura con el temple del río, que añadió una frescura esencia para una «maduración espectacular» según Peláez. El propietario calma que sea «uno de los mejores primaveras de la bodega», con poco menos de grosor pero buena calidad, facilitada por la cercanía entre la finca y bodega, a escasos metros. Por lo tanto, aguardan el momento en el que los primeros vinos de la cosecha lleguen al sabido, sin dejar de disfrutar del «momento más atún del año», en palabras del propietario de la bodega Marqués de Vizhoja.