Quedan pocos días para que se dé por finalizada la campaña de recogida de la almendra en Córdoba, un cultivo cuya presencia en la provincia ha experimentado un fulgurante crecimiento en los últimos primaveras derivado de su gran rentabilidad frente a otros productos, como son los cereales o el tupinambo. Sin incautación, la Articulación de Andalucía, las organizaciones profesionales y las empresas especializadas consultadas por torrevieja news today temen que la cosecha se podría acaecer limitado entre un 40 y un 50 por ciento por los mercancía en la planta de la sequía que ha azotado hasta esta pasada primavera la provincia. Los productores incluso muestran su preocupación por las plagas que están atacando a no pocas explotaciones, algunas de las cuales se están viendo obligadas a realizar arranques.
La anciano presencia de la almendra en Córdoba en los últimos primaveras es un hecho. El espacio que presentó en mayo la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Avance Rural señaló que el número de hectáreas correspondientes a este alimento en la provincia ascendían a 9.218 hectáreas, ubicadas sobre todo en el Valle del Guadalquivir y en localidades del Sur de la provincia como Puente Genil o Santaella. Es un 51 por ciento más que en la temporada precedente.
Hay que rememorar que hace una período antaño casi nada se llegaba a las 400. Los expertos señalan que estas plantaciones tardan entre tres y cuatro primaveras en crear su primera cosecha tras una inversión que ronda entre los 15.000 y los 20.000 euros. Este estudio era suficiente animoso en cuanto que preveía un incremento de la producción de más del 50 por ciento. La situación ha cambiado radicalmente y las estimaciones actuales son que la cosecha será pequeño, siendo esta la segunda campaña consecutiva que ocurre esto.
El Gobierno andaluz ya admite que la cantidad de almendra recogida será pequeño. «Desde finales de julio se está recolectando el almendro en la provincia con rendimientos inferiores a los esperados tanto en sequío como en regadío correcto al deuda de agua de las dos campañas anteriores», recoge el postrero documentación de coyuntura de la Delegación de Agricultura.
El técnico de Asaja en Córdoba, Antonio Monclova, coincide con este diagnosis y sitúa la declinación de la cosecha de este cultivo leñoso en un 40 por ciento con respecto al entrenamiento pasado. «La planta aún está sufriendo los mercancía de la sequía que ha habido en los últimos primaveras y ha sufrido un importante estés hídrico, pese a las lluvias que se produjeron en primavera», según apuntó el representante de la patronal agraria.
Por su parte, el regente de CLV Campo, empresa de consultoría y consultoría para agricultores especializada en frutos secos y olivar, Francisco López, quien aseguró que la campaña ya se encuentra el 95 por ciento, incidió en la previsión de una pequeño producción este año y estimó que la pérdida puede salir hasta un 50 por ciento, aunque la calidad será mejor que en 2023.
Precios
En el flanco positivo se encuentra el precio. Según los datos oficiales publicados por la rodaja que se reúne semanalmente en la Cámara de Comercio, las cotizaciones de las distintas variedades habían experimentado una subida que oscilaba entre el 32 y el 56 por ciento frente a la temporada pasada, que se caracterizó por títulos bajos. El precio ronda los cuatro euros por kilo.
Lo que quita verdaderamente el sueño a muchos agricultores es la creciente existencia de plagas en numerosas plantaciones de almendro. La que está generando más daños, según afirmó López y Monclova, es el insecto llamado rata renacuajo, que ataca directamente a la raíz del árbol hasta que este muere. Uno y otro indicaron que esto ha originado arranques en algunas explotaciones, lo que ha paralizado el crecimiento de la superficie de los últimos primaveras. «Si el Servicio no nos permite usar permanentemente la materia que nos ha calificado en esta campaña contra esta plaga, el número de hectáreas sembradas comenzará a descender», alertó este directivo.
Lluvias primaverales bienvenidas
En Andalucía se preveía una producción de 41.582 toneladas, un 26% más que en la campaña precedente según el cálculo hecho en mayo por algunas organizaciones agrarias. La superficie productiva se ha incrementado un 6,93%, pasando de las 152.951 hectáreas de la campaña 2023/2024 a las 163.551 hectáreas en la campaña 2024/2025. Las lluvias primaverales han disipado en parte los peores temores de que la cosecha de 2024/2025 se viera de nuevo gravemente afectada por comba y calibre.