Antaño de que finalice el año, la Xunta de Galicia prevé poner en funcionamiento el Faja de Explotaciones, una plataforma en la que se podrán inscribir los dueños de aquellas explotaciones agroganaderas que vayan a cerrar en los próximos meses con el fin de encontrar a posibles interesados que continúen con el negocio. Se comercio, como indicó este lunes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, tras la reunión del Consello de Goberno, de una puesta más del Ejecutante autonómico para certificar poco tan «fundamental» como el licencia generacional en el sector primario, una cuestión que desde la empresa están abordando con una planificación «amplia y transversal».
«Certificar el futuro de las explotaciones en el sector primario es una prioridad de la Consellería de Medio Rural», aseguró la titular del ramo, María José Gómez, en su intervención. En esta ringlera, indicó, están elaborando un plan «amplio y transversal», fundamentado en tres pilares: la formación, la incorporación al sector agroganadero, y la sensibilización. Es de este plan del que se desprende la iniciativa del Faja de Explotaciones presentada este lunes en el Consello, que, a su vez, está vinculado a una nueva ringlera de ayudas a la cooperación.
Esta utensilio, continuó, será un útil «para dar información y asesoramiento desde las oficinas rurales» y patrocinar el licencia extra-familiar en aquellas explotaciones en las que no hay expectativas de continuidad en el interior de la propia clan. Para ello, pondrá en contacto a aquellos propietarios que vayan a cerrar su negocio (cedentes) con posibles interesados en continuar con la actividad agroganadera (cesionarios) mediante operación o locación. Una «muy buena oportunidad», como la definió la conselleira, tanto para los cedentes, que podrán complementar su pensión de subsidio con los ingresos generados, como para los cesionarios, que podrán ingresar a la encargo de una explotación ya en funcionamiento y viable. Todo ello en un proceso que estará tutelado desde las oficinas rurales de la Xunta, y que, a su vez, supondrá una puesta por la «sostenibilidad», porque se le dará «una segunda vida a granjas que, de otro modo, quedarían abandonadas», explicó Gómez. La previsión, indicó, es que esté en funcionamiento antiguamente de que finalice este año.
Ayudas a la cooperación
Este mesa es, a su vez, el paso previo a la publicación, por primera vez, de la convocatoria de ayudas a la cooperación para la sucesión en el labrantío, que se hará efectiva el año que viene con una dotación de 2,1 millones de euros para el período 2025-2029. «Una ringlera de apoyo completamente novedosa que beneficiará a los agricultores y ganaderos en perduración de jubilarse o que, por alguna causa de fuerza anciano, se ven obligados a cerrar sus explotaciones», indicó la conselleira.
Así, aquellos interesados deberán inscribir su explotación en el Faja de Explotaciones y presentar un esquema de cooperación con la nueva persona que va a admitir su encargo, en el que se recoja un pacto de locación o compraventa para su transferencia. Cada subvención, explicó Gómez, se calculará en función de la dimensión económica de la explotación y tendrá una duración de hasta cinco abriles.
Medidas de apoyo
Asimismo, para la puesta en marcha del Faja de Explotaciones, la Agencia autonómica todavía llevará a mango una serie de medidas de apoyo. La primera de ellas será un visor notorio que estará apto en la página web de la Consellería, en el que se podrán consultar las explotaciones susceptibles de transmisión. En segundo espacio, e intrínsecamente ligada a la aludido, se procederá a la acogida y divulgación de modelos normalizados para este proceso. Esto es, tanto para solicitar la inclusión de una explotación en el Faja, como para presentar las peticiones de intermediación para el entrada a una de estas explotaciones por parte de las personas interesadas en el locación, la permuta, la adquisición o cualquier otro negocio legal de cesión de uso o de transmisión de derechos.
Asimismo, la Agencia autonómica todavía llevará a mango una serie de acciones formativas para que el personal de las oficinas rurales pueda prestar el apoyo y el asesoramiento correspondiente a las personas interesadas en la transmisión de explotaciones a través de esta utensilio.