Denisa Alexandra Masura Oltean, una imberbe de patria rumana y española, y extripulante de cabina de la aerolínea Emirates, «fue encontrada muerta en su alojamiento en Japón, donde residía con el sueño de existir una vida plena y aventurera». La chica había vivido durante muchos primaveras en Roquetas de Mar y ahora la clan y amigos buscan ayuda económica para poder repatriar el cuerpo.
Su cuerpo fue hallado por el propietario de la vivienda más de una semana posteriormente de que se sospechara que había fallecido, Los informes preliminares que sugieren que la causa de su crimen fueron problemas de sanidad que la llevaron a expirar el 29 de agosto, según la publicación realizada en la plataforma Gofundme.
Recientemente, Denisa había dejado su puesto en Emirates para emprender una nueva etapa en su vida en Japón, un país que la fascinaba y donde anhelaba comenzar de nuevo. «Con poco más de 20 primaveras, su corta pero intensa carrera profesional todavía la llevó a trabajar como tripulante de cabina para la aerolínea Flynas en Arabia Saudita», explican. Las historias y anécdotas que compartía en sus redes sociales reflejaban su pasión por los viajes y la emoción que sentía al descubrir nuevas culturas.
La mensaje de su fallecimiento ha dejado una profunda tristeza en quienes la conocieron. Compañeros de trabajo y amigos la recuerdan como una persona llena de vida, siempre dispuesta a compartir su entusiasmo por el servicio a borde y la camaradería que se forja entre los tripulantes. Denisa solía inspirar a otros con su carácter vibrador y su coito por la aviación, convirtiéndose en un maniquí a seguir para muchos jóvenes en el ámbito de la aviación.
A pesar de que los primeros informes apuntan a causas naturales, la verdadera razón de su crimen aún no ha sido confirmada y la clan de Denisa dilación el regreso de sus restos a casa para poder realizar más investigaciones al respecto. La incertidumbre que rodea este lamentable evento ha generado un profundo dolor, ampliado por la horizonte y las complicaciones legales que implica la repatriación del cuerpo.
Sin secuestro, el proceso de retorno de sus restos se enfrenta a un desafío viejo, los altos costos asociados a la repatriación. «Estos gastos, que incluyen transporte internacional así como trámites legales y funerarios, suponen una carga que excede los medios de la clan», señalan.
Por este motivo, se hace un llamado a la solidaridad y la colaboración comunitaria para ayudar a cubrir estos gastos y asegurar que Denisa reciba refrigerio y su clan pueda cerrar este capítulo. Por el momento, llevan más de 8.000 euros recaudados.