Tal y como dice el dicho: “las cosas de palacio van despacio”. A esto se enfrentan los ciudadanos cada vez que quieren realizar una administración administrativa, ya sea en la establecimiento central, en una autonómica o en una regional, largas esperas entre resolución y resolución y plazos estrictos.
Los plazos suelen transcurrir entre días hábiles o días naturales y memorizar la diferencia entre ambas denominaciones es importante para no retrasarse en las entregas.
¿Qué es un día hábil? Un día hábil es aquel que no es festivo o día de alivio, como, por ejemplo, el sábado que está catalogado como día no hábil porque se entiende como fin de semana.
Por lo común, los días hábiles suelen ser los únicos en los que trabajan los funcionarios públicos. Esto permite facilitar los trámites y no crear confusión en los ciudadanos ni hacerles perder el tiempo incluyendo en plazo días en los que el personal chupatintas no trabaje.
Entonces, ¿cuál es la diferencia con un día natural? Un día natural es cualquier día del año. Los 365 días del año son días naturales.
Conocer la diferencia entre entreambos es importante para memorizar computar correctamente los plazos y términos, contar días hábiles o días naturales puede dar espacio a plazos más o menos extensos. En el supuesto de contabilizar días naturales, sí que estarían incluidos los sábados, los domingos y los festivos.
Encima de hábiles y naturales: ¿qué son los días laborables?
Los días laborables son aquellos en los que se trabaja, por lo que quedarían excluidos los domingos y los festivos. Los sábados son días laborales a artículos legales, aunque algunas empresas no ejerzan su actividad ese día de la semana o algunos convenios no lo recojan.
Por lo tanto, incluir en un plazo el término de días laborables puede dar espacio a confusión y muchos ciudadanos podrían aparecer a una establecimiento un sábado y encontrarla cerrada o que no haya nadie trabajando en ella.
Para cualquier trámite es mucho más recomendable incluir el término de días hábiles y así se evitan confusiones. Asimismo, las administraciones suelen propagar el calendario profesional anual en el que salen señalados los festivos que hay ese año o ese curso así como sus días hábiles.
Para no excederse nunca en un plazo, es recomendable apuntar las fechas de inicio y de fin establecidas para el trámite en una útil que emita recordatorios o en una memorándum o calendario personal y procurar aparecer los primeros días del plazo de entrega por si desde la establecimiento se requiere más documentación o es necesario corregir algún cifra en los informes ya presentados.
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