Ir al supermercado, no es falta rebajado. Los precios de los alimentos se han incrementado durante los últimos primaveras. Muchas marcas han optado por estrechar la cantidad de alimentos que contienen y así que no se viese tan incrementado el precio. Pero esto es una praxis engañosa, es la reduflación.
Esta consiste en estrechar el tamaño de los productos a la saldo, pero sin modificar su precio y así ocultar los coletazos de la inflación. Al final, con este método, el consumidor acaba pagando lo mismo por menos.
Esta praxis es sobre todo global en los periodos en los que hay una entrada inflación. Los productos disminuyen su peso, pero mantienen el precio de saldo que tenían antiguamente de la reducción. Así se consigue que pase desapercibido el incremento de precios y conseguir sostener el beneficio de beneficios para las empresas. Y aunque es una praxis judicial, no es falta trasparente para los consumidores.
La reduflación llega a la Cámara Depreciación
Se prostitución de un farsa para los compradores, así como de competencia desleal para los fabricantes de otros productos similares que no utilicen este método y que sí incrementen el precio. Este martes, el Congreso de los Diputados pone en el centro del debate este farsa para regular la reduflación con una proposición no de ley.
Con la propuesta, el Ejecutante pretende que se creen campañas de información para que los compradores sepan a ciencia cierta que se está llevando a agarradera esta praxis. Y así poder ampararse de ellas. Además se exige que las empresas estén obligadas a informar de forma clara si disminuyen el tamaño o peso de los productos siempre y cuando se mantenga un precio equivalente o superior.
Los expertos se refieren a esta praxis como “la inflación invisible”. En esencia, consiste en estrechar la cantidad de producto que se vende al consumidor manteniendo (o incluso elevando, en algunos casos) su precio, que es de lo que se queja el Gobierno. La reduflación se viene realizando desde hace décadas, pero es en los últimos primaveras cuando se ha sistematizado y sofisticado.
Para la Estructura de Consumidores y Usuarios (OCU) ya había denunciado esta praxis mucho antiguamente en presencia de la Comisión Franquista de los Mercados y la Competencia (CNMC). Así mismo, igualmente ha animado campañas de información a los consumidores, ya que considera la reduflación como una subida de precios fraude.
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