El incendio Line, que arde en las montañas del sur de California, ha crecido significativamente, consumiendo más de 20,000 acres en el condado de San Bernardino. Este incendio es uno de los más peligrosos que actualmente afectan al oeste de Estados Unidos, donde múltiples incendios han provocado evacuaciones masivas y destrucción de propiedades.
Desde su inicio, el jueves 5 de septiembre, el incendio Line ha obligado a la deyección de más de 6.000 personas y ha puesto en peligro numerosas viviendas y negocios. Adecuado a la intensidad del incendio, este ha generado sus propios sistemas meteorológicos, creando nubes capaces de producir fuertes vientos y rayos, complicando aún más los esfuerzos de contención. Las autoridades temen que la situación empeore en las próximas 48 horas.
Tres bomberos heridos
Actualmente, el incendio está contenido solo en un 5%, y al menos tres bomberos han resultado heridos desde que comenzó el fuego. Las autoridades no han especificado la agravación de las lesiones.
Las condiciones climáticas extremas, con temperaturas que han superado los 100°F (38°C), han dificultado los esfuerzos de los bomberos, quienes se enfrentan con un dominio empinado y de difícil acercamiento. Solo en el estado de California 1.700 bomberos trabajan para sofocar los incendios.
Las evacuaciones obligatorias se han regular para varias comunidades, incluidas Running Springs y Arrowbear Lake, con cerca de 5.000 hogares bajo órdenes de deyección y otros 17.000 en alerta. Los residentes enfrentan decisiones difíciles sobre si quedarse para proteger sus propiedades o orinar para certificar su seguridad.
Stephen Richardson, un residente de Mountain Home Village, ha tomado medidas para proteger su cabaña de madera de la período de 1930, pero está preparado para orinar si las llamas se acercan más. Otro residente, Steven Michael King, en un principio planeó quedarse para ayudar a sus vecinos, pero finalmente decidió orinar cuando la situación empeoró.
Estado de emergencia
El fuego ha amenazado más de 36.000 estructuras, incluidas propiedades residenciales y comerciales. Los esfuerzos de contención se han manido obstaculizados por tormentas eléctricas que generan vientos que propagan las llamas, anejo con las altas temperaturas que han escaso los 110°F (43°C) en Los Ángeles.
El jefe de California, Gavin Newsom, ha evidente el estado de emergencia en el condado de San Bernardino y ha asegurado una subvención de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias para certificar los fortuna esenciales de cese de incendios.
Otros incendios
El incendio Line es solo uno de varios incendios que devastan el oeste de Estados Unidos. Otros incendios en los estados de Nevisca y Oregón igualmente han llevado a evacuaciones extensas. En Nevisca, el incendio Davis ha obligado a aproximadamente 20.000 personas a orinar durante el fin de semana.
En Oregón, los incendios han devastado más de 120.000 hectáreas y han destruido varias localidades. La gobernadora Kate Brown ha despabilado que estos incendios podrían resultar en “el longevo número de muertes y destrucción en la historia” del estado. Casi medio millón de personas están bajo alerta de deyección, y se han reportado al menos 25 muertes, con decenas de personas desaparecidas.
El humo llega a Europa
La situación sigue siendo crítica, con advertencias de calor excesivo y alertas de calidad del tonada oportuno al humo de los incendios. El humo, provocado por los incendios de Canadá, atravesó el Océano Atlántico llegando a España y afectando la calidad del tonada.
Los expertos advierten que las olas de calor continuas, intensificadas por el cambio climático, están contribuyendo a la aparición de incendios más grandes y prolongados en el oeste de Estados Unidos.
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