Corazón fue la palabra que no dejó de pronunciarse. Cualquier homenaje a cierto querido lo necesita, pero si es Manuel Concha, el cirujano cardiovascular que realizó operaciones pioneras en el hospital Reina Sofía de Córdoba, la palabra estaba más justificada que nunca.
Y así fue este martes, en el homenaje que su profesión, la Medicina, pero asimismo el mundo de la civilización y la sociedad de Córdoba, tributó al agradecido profesional. Fue en el Palacio de Congresos en un acto conducido por el escritor y editor Manuel Pimentel.
Precisamente fue Pimentel quien ensalzó la «excelencia» de Manuel Concha en su trabajo de médico, que se prolongó en varios centros y que asimismo respondió a la afición de docente en la Universidad de Córdoba durante abriles. «Ha sido un fulgor para Córdoba», dijo.
El acto concluyó con una conferencia titulada ‘A corazón franco’, epítome del vademécum en el que palabra de 25 grandes cirujanos y médicos del corazón, cuya contribución juzga fundamental. Manuel Concha se felicitó al encontrar «muchos corazones agradecidos y muchos amigos».
Manuel Concha tiene 82 abriles y está retirado, pero la pregunta era obligada: «¿Echa de menos el trabajo?». La respuesta es que «no demasiado», porque su vida activa era muy cominero y celebra poder dedicarse a otros asuntos ahora que no tiene que trabajar.
«Empezaba a las 8.00 y terminaba a las 21.00, entre el Reina Sofía, la Cruz Roja y la Universidad», recuerda sobre su entrega a la vida sindical. Y ahora se puede ofrendar a otras pasiones, que mantuvo en su época de cirujano y a las que ahora puede ofrendar más tiempo.
Tertulias
Conocida es su pasión por el flamenco, por el morapio y por los toros, pero asimismo habló de las tertulias, de los grupos de amigos que se reúnen para dialogar de cosas. Recordó la que había mantenido con el pintor Antonio Povedano (1918-2008), y que se mantuvo hasta la asesinato del intérprete.
Fue uno de los faros culturales de la Córdoba de su tiempo, y en este tiempo acude a la de San Nicolás, fundada por el abogado Rafael Mir Jordano. «Es poco que me alivia mucho», confesó el profesional, que habló asimismo de su pasión por la escritura como poco a lo que dedica tiempo en estos abriles.
El mundo de la civilización el arropó en el acto y allí estaban el pintor Juan Hidalgo, contiguo con la exdirectora de los Museos Municipales, Mercedes Valverde, por otra parte del torero Rafael González ‘Chiquilín’ o, ya en el mundo institucional, la exalcaldesa de Córdoba Rosa Aguilar y el flagrante regidor, José María Bellido.
El doctor Concha afirmó que no echa de menos los absorbentes horarios de su época de más actividad sindical
No faltaron sus compañeros, como José Suárez de Lezo; el flagrante directivo del hospital Reina Sofía, Francisco Triviño, y la directivo del Servicio Andaluz de Sanidad, Valle García.
El homenaje llega a un profesional tan identificado con la ciudad y con el hospital Reina Sofía, que cuesta creer que no sea cordobés y que recalara en ella cuando ya había sobrepasado ampliamente los treinta abriles.
Así es, porque Manuel Concha Ruiz nació en Nules, en la provincia de Castellón, aunque de padres andaluces, en junio de 1942. A los cinco abriles su grupo se estableció en Cádiz y allí completó su Diploma en Medicina para luego formarse como experto en Madrid.
Antiguamente de venir a Córdoba, al entonces inexperto hospital Reina Sofía, ya había ejercido en Valencia. Era 1977 y en la ciudad consiguió grandes logros, como el primer trasplante de corazón de Andalucía.