El Gobierno de Ayuso presiona al Central para que aplique «sus competencias» a la Cruz de los Caídos


Las escolanías del Monasterio de El Escorial y de la Santa Cruz del Valle de los Caídos van a ser reconocidas como Adecuadamente de Interés Cultural en su categoría de Patrimonio Inmaterial. La anuncio, adelantada por el mentor de Civilización, Mariano de Paco, pretende dar valencia a estos coros, por «la importancia que tienen en relación con nuestra civilización», dijo el mentor. A la vez, es una forma de añadir presión al Gobierno central para que proteja la Cruz de los Caídos, que está fuera de la competencia regional.

Las escolanías sobre las que se va a iniciar la tramitación de la información B son reconocidas por su capacidad para trasladar las tradiciones orales, o su papel fundamental en las comunidades religiosas. Están formadas por unos 40 niños cada una, que reciben una completa formación académica y musical especializada en cada caso en polifonía medieval o en canto gregoriano.

Protegerlas es, de alguna forma, poner el foco sobre los dos monumentos. En el caso del Valle de Cuelgamuros, la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso llevaba tiempo intentando encontrar una vía para defender la Cruz de los Caídos frente a «cualquier intento de acometida». Lo hizo finalmente a través de la nueva Ley regional de Patrimonio, que establece la posibilidad de proteger, siguiendo criterios técnicos, las cruces y los principios decorativos vinculados a la edificio religiosa. Esto supone, de facto, que se abre la puerta a la posibilidad de proteger la Cruz de los Caídos, siempre y cuando los técnicos así lo estimaran.

Cuando la ley se aprobó, desde el Gobierno regional se señalaba que hasta ahora, la Comunidad tenía las manos atadas en este tema, ya que todo el Valle de Cuelgamuros cuenta con protección de nivel estatal, lo que dejaba al Ejecutor regional sin competencias para interpretar. Ahora, a través de su artículo 73 de la Ley de Patrimonio Cultural de la Comunidad madrileña, logran el respaldo para proteger este hábitat, y hacerlo por otra parte con rango de ley.

El mentor de Civilización, Mariano de Paco, reclamaba ayer de nuevo al Gobierno de España que «ejerza sus responsabilidades y sus competencias» y le ha instado a «que se preocupe por el patrimonio monumental del Valle de los Caídos», que entra de saciado en sus competencias.

A partir de ahora, la Consejería de Civilización inicia los trámites para escudriñar estos dos coros que se han encargado de preservar la tradición verbal a lo espléndido del tiempo y han tenido un papel fundamental en el exposición de sus comunidades religiosas, explican fuentes de este área.

La Escolanía del Escorial es una de las formaciones corales más prestigiosas de España, y fue fundada en 1567 por Felipe II con la finalidad de contribuir a las celebraciones litúrgicas del recién construido monasterio. Vinculada desde entonces a la orden de los agustinos, se ha convertido con el paso de los siglos en una de las más reconocidas del mundo. En ella, 45 niños procedentes de todas las comunidades autónomas, entre los 9 y los 18 abriles, reciben una completa educación académica y musical, especializada en polifonía religiosa renacentista.

Por su parte, la Escolanía de la Priorato de la Santa Cruz del Valle de los Caídos además cuenta con gran prestigio internacional. Fue creada en 1958 por los padres benedictinos y, actualmente está compuesta por 40 niños con edades que van de los 8 a los 16 abriles. Su repertorio albarca desde la monodia medieval, especialmente el canto gregoriano e hispano-mozárabe, hasta la polifonía sagrada y profana de las diferentes épocas de la historia de la música.

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