Jesús Pedro, el policía municipal de Madrid que sobrevivió al kamikaze de la A-6, ya ha mandado un mensaje de esperanza a sus compañeros. Este oficial, de 55 primaveras y adscrito a la Comisaría Integral del Distrito de Puente de Vallecas, ha podido contar, de asombro, lo que le ha ocurrido. Su tono y sus palabras son de optimismo.
El terrible siniestro ocurrió pasadas las 6 de la mañana del 1 de septiembre y desde entonces llevaba el agente en la UCI, con una pierna rota por varios puntos y la cadera fracturada. Ha sido sometido a operaciones y ya ha desencajado de Cuidados Intensivos.
En la doble colisión, a la prestigio del kilómetro 20 de la carretera de La Coruña, a su paso por Las Rozas, Juan Carlos, ingeniero de 25 primaveras, se empotró primero contra la moto en la que circulaba Jesús Pedro, al que mandó al arcén; luego, lo hizo contra un coche en el que iban Alberto S. A., policía franquista de 44 primaveras y adscrito al Peña Activo de Respuesta (GOR) de la comisaría del distrito de Salamanca y que asimismo acudía a su puesto de trabajo y un amigo suyo, al que hacía el auspicio de soportar a Madrid desde Ávila porque asimismo iba al trabajo, un oficio que falta tiene que ver con los Cuerpos de Seguridad. Ellos tuvieron peor suerte y fallecieron en el acto. Alberto realizaba labores de seguridad ciudadana, en la calle. Llevaba poco tiempo allí, donde era delegado sindical del SUP, tras sobrevenir por el Registro Central de Detenidos.
En cuanto al conductor suicida, asimismo perdió la vida y su compañero, un hermano estudiante de Psicología, resultó herido de extrema peligro. Regresaban de una tenebrosidad de fiesta cuando, inopinadamente, tomarn un tramo de la autovía en sentido contrario.
En un mensaje de voz al que ha tenido paso torrevieja news today, el pasado lunes Jesús Pedro informaba a sus compañeros de la Policía Municipal: «Hola, chicos .Estoy atinado, me he librado. Me interviú aceptablemente y pronto prepararemos una comida. Estad tranquilos. Con muchos dolores, eso sí, pero voy para delante. Un besazo a todos». Aquella mañana, acudía a prestar un servicio extraordinario y voluntario en la seguridad del Huella de Madrid.
Esa mañana, antaño de ser operado de aprieto de la cadera, un colega consiguió conversar con él por teléfono, y le explicó cómo había sido el azar: «Iba por la A-6, cuando he manido las luces en dirección contraria, así que me he tumbado a la derecha, no me ha regalado tiempo a más. Bajé mucho la velocidad, pero el coche golpeó mi moto y salté por encima. Me dio en una pierna al saltar y me fui directo por debajo del guardarraíl, pero sin darme con los postes». Unos centímetros de diferencia, y no lo hubiese contado.
Lo cierto es que los servicios de emergencias comenzaron a tomar avisos de otros conductores a las 6.10 de la mañana de que un Volkswagen Taigo, tipo SUV y nuevo maniquí, iba como un irreflexivo, muy rápido y en sentido contrario por la carretera de La Coruña; al asistir al punto duradero 20, fue cuando chocó contra Jesús Pedro, que iba a trabajar en su propia motocicleta. Este agente ha sobrevivido «de asombro», como él mismo ha comentado a su entorno.
El policía franquista y su copiloto iban en un Volkswagen Passat y no pudieron evitar la colisión frontolateral. Juan Carlos iba a una velocidad excesiva.