La llamada de Rafa Mir a una de las víctimas para que no le denunciara: “Yo tengo un caché…”


El diario ‘Las Provincias’ sigue sacando a la luz nuevos detalles de la denuncia de la mancebo de 21 primaveras contra Rafa Mir por un supuesto delito de asalto sexual. La chica contó a la Pareja Civil y a dos policías nacionales en el Hospital La Fe de Valencia todo cuanto según ella aconteció en el chalé del futbolista.

La mancebo contó que el punta ché la forzó dos veces, la primera en la piscina y poco a posteriori en el cuarto de baño tras cerrar la puerta con el pestillo. Por otro flanco, igualmente aseguró que Rafa Mir telefoneó a su amiga para pedirle que le dijera a ella que no le denunciara.

“Durante la señal él le dice que tiene un gusto, que es un personaje sabido y que esto le puede afectar a su carrera”

La segunda víctima, la mancebo de 25 primaveras, confirmó a la Pareja Civil que recibió una señal del tahúr valencianista el 1 de septiembre a las 18:42 horas. Uno y otro estuvieron charlando durante seis minutos aproximadamente.

En esa conversación, Mir se interesó por su estado de humor y le preguntó si su amiga había presentado una denuncia. La chica le contestó que lo desconocía, pero le confirmó que ella había denunciado a Pablo Jara, el amigo de Mir. “Durante la señal él le dice que tiene un gusto, que es un personaje sabido y que esto le puede afectar a su carrera”, afirma el atestado policial, según ‘Las Provincias’.

Al día venidero, el vaivén ché volvió a ponerse en contacto con la mancebo. Según consta en el sumario, le envió un mensaje de WhatsApp: “Holaaa, qué tal? Estás mejor?”. Una pregunta a la que ella ya no contestó.

Según la denuncia de la mancebo de 25 primaveras, Pablo Jara “le realizó tocamientos en pecho, culo y vagina en contra de su voluntad en el interior de la piscina”. Asimismo, Jara “le golpea en la boca y la deja desnuda en la calle al quitarle la toalla”.

Relaciones con la amiga

Por su parte, la denunciante de Rafa Mir detalló, según el citado medio, cómo fueron los momentos posteriores a la intervención de los agentes que desembocaron finalmente en el arresto del punta del Valencia.

Según la chica de 21 primaveras, el futbolista ché mantuvo primero relaciones sexuales consentidas con su amiga en una habitación de la planta superior del chalé y media hora a posteriori bajó a la zona de la piscina, donde estaba la víctima con dos amigos de Mir.

“Cogió a la dicente a la fuerza y la tiró a la piscina con la ropa puesta (vestía top infausto y falda pantalón elástico). En cambio, Rafa iba en calzoncillos. Una vez en el interior de la piscina, la coge a la fuerza e intenta besarla mientras la coge de la cara en contra de su voluntad, intentando ella retirarse en todo momento”, afirma el relato de la denuncia.

“En ese instante, refiere que Rafa la agarra con un extremidad por la espalda mientras le introducía los dedos (…) por un flanco del pantalón (el cual era elástico), no pudiendo especificar la cantidad de dedos que le introduce. Encima de ello, le toca todo el cuerpo en contra de su voluntad”, abunda la presunta víctima.

Atentado en la piscina

La mancebo manifestó que se negó “en todo momento” a sustentar relaciones sexuales en la piscina y que igualmente le dijo “verbalmente y de forma persuasivo que la dejase y que no quería que hiciera eso, llegando esta asalto a consumarse durante cinco minutos”.

La chica asegura que, cuando logró salir de la piscina, cogió una toalla para secarse y entró en la cocina de la casa con intención de coger su bolsa y su móvil. En ese momento se dio cuenta de que no tenía su teléfono.

Más tarde, “Rafa la coge fuertemente por el extremidad, llegando a provocarle varios morados y la introduce en el baño de la planta quebranto”.

Echa el pestillo del baño

Según la interpretación de la mancebo, Mir la agarró y le dijo: “Ven, ven aquí, bésame”. Al introducirla en el baño, “cierra la puerta y echa el pestillo para que no pudiera salir. Rafa la sienta encima del letrina y procede a introducirle de nuevo los dedos (…), sin quitarle la falda pantalón”. Incluso le realizó “tocamientos en el resto del cuerpo, mientras ella lloraba y le decía que quería irse”.

Mientras tanto, al otro flanco de la puerta, la denunciante escuchó a su amiga, quien estaba molesta: “Me parece desgraciado lo que estás haciendo, estoy flipando. ¿Cómo puedes estar ahí internamente con él a posteriori de que se haya acostado conmigo?”, revela el diario ‘Las Provincias’.

En ese momento la denunciante “empujó a Rafa, consigue desconyuntar de él, abre la puerta y sale del baño”.

Tras decirle a su amiga que no quería estar allí y en visible estado de nerviosismo, cogió su bolsa y sus cosas y salió a la calle acompañada de la otra mancebo, quien estaba tapada solo con una toalla. Los tres varones (Rafa Mir y sus dos amigos) salieron detrás de ellas y le pidieron a la víctima que parase de fluir.

A la calle semidesnuda

Poco a posteriori, los tres hombres regresan a la casa y, cuando su amiga igualmente trató de aceptar, “el hombre de pelo dispendioso (Pablo Jara) se lo impide mientras les dice que son unas niñatas y que se piren, llegando a empujarla para cerrar la puerta”.

Jara igualmente le quitó la talla, “golpeándola en la cara y dejándola exclusivamente portando un tanga como única prenda de vestir”. Entonces la mancebo llamó al timbre para que la dejaran entrar para reunir sus cosas, “puesto que se encontraba prácticamente desnuda, momento en el que ven a un vecino pasear al perro por la calle”.

La denunciante le pidió que le dejara el teléfono para retornar a tocar a su padre, pero el hombre avisó a la Policía Particular. Cuando vieron que las jóvenes estaban hablando con un vecino, desde el interior del chalé tiraron por encima de la valla la ropa de la mancebo que estaba semidesnuda.

Poco a posteriori dos patrullas de la Policía Particular de Bétera llegaron a la colonia Torre en Conill y prestaron ayuda y información a las presuntas víctimas.

Contradicción sobre el consentimiento

No obstante, si correctamente los investigadores de la Pareja Civil conceden total credibilidad a los testimonios de las víctimas por su “relato consistente y con coherencia de hechos”, la mancebo que denunció al punta del Valencia habría incurrido en contradicciones en la primera interpretación de los hechos que dio a la Policía Particular de Bétera.

“Cuando llegaron a la casa de Rafa Mir, «le ha dicho que le gustaba ella, y seguidamente de forma consentida se han marchado a un baño de la vivienda, donde han intimado y Rafael le ha introducido varios dedos en (…); ella le ha dicho que parara, haciéndole caso, y han ido otra vez a la piscina”, afirma el atestado policial.

Según ‘El Mundo’, Mir esgrime ahora en su defensa este atestado, aportado como enlace por la Pareja Civil a la causa y cuyo contenido, no obstante, habría sido obviado a su prudencia por la Policía Sumarial. Por eso solicita la inmediata información delante el judicatura de los tres agentes de la Policía Particular que acudieron al domicilio de Mir, así como el oficial responsable de los mismos.

“El caso ha transmitido un letra importante que evidencia lo infundada que resultad la denuncia”, aseguró el punta en su extremo comunicado en redes.

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