No hemos combatido suficiente la idea del ‘España nos roba’, que además no es cierto


Jordi Sevilla, exministro de Administraciones Públicas con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se negó en su día a aprobar el estatuto catalán de 2015. Recuerda que durante aquella negociación se descartó un concierto crematístico pero se creó ya una Hacienda catalana. “Ahora tienen dos problemas, el antecedente que no lo habían resuelto y ahora las señales que alabarda el acuerdo entre el PSC y Esquerra con el autorización del Gobierno”, señala.

Para Sevilla la situación económica de Cataluña pasa por un “problema de competencias”. Señala por otra parte que en este momento es el Gobierno central quien legisla, inspecciona y recauda el IRPF. “Se está diciendo que sea una agencia tributaria única de la Generalitat. Lo otro sería un brinco federado, ir a una agencia que incorpora adentro de la diligencia a las 17 administraciones. lo que se han poliedro son las llaves de la caja”, apunta.

Piensa por otra parte que el pacto de Hacienda única en Cataluña ha desviado el foco del problema central. “Con el maniquí contemporáneo las comunidades autónomas no reciben los suficientes bienes”, mantiene. “Según el paraje en el que vivas de España los ciudadanos tienen más o menos bienes. La desigualdad existe, en ocasión de acometer eso abrimos un espacio nuevo donde ha habido una transferencia de competencias”.

“La comunidad catalana no está infrafinanciada”

Recuerda que el ‘procés’ empezó con el ‘España nos roba’ y ahora el independentismo está más dividido que nunca. Para el exministro “hemos caído en la trampa del no combatir suficiente la idea de ‘España nos roban'”. “Primero porque no es verdad porque los datos no dicen eso. La comunidad catalán no está infrafinanciada como si lo está la Comunidad Valenciana, Murcia u otras muchas. Está en la media, cometimos el error de aceptar el propio concepto de báscula fiscal, eso es mezclar peras con tomates porque la fiscalidad es de las personas físicas o jurídicas, no de los territorios”, establece.

“La quita se puede entender como una decisión”

Sobra la quita de la deuda, la entiende como una decisión. “El propio concepto de financiación de las deudas del Estado fue una excepción en plena crisis de la prima de aventura”, señala. Le parece comprensible plantearse la quita pero cree que no es bueno que se plantee aisladamente.

“En todo proceso siempre hay ajustes de última hora y adecuaciones singulares de unas comunidades a otras. La quita se ha quedado un poco flotando en el atmósfera. Estamos a la inicio de Europa en pobreza de niño, las empresas están ganando patrimonio. Hacía mucho tiempo que a las empresas no les iba igualmente con este Gobierno. Los problemas consustanciales a la ideología de izquierdas están un poco aparcados en el centro de preocupaciones de este Gobierno. Está a privanza de que se reduzca la marcha sindical pero con la precariedad que existe no cree que esa sea la primera prioridad de un Gobierno.

“Tenemos el país del sentido global”

Reconoce Sevilla que se ha ventilado muy adecuadamente una coyuntura muy adversa. “Tenemos el país del sentido global, del que tendremos que sentirnos orgullosos. Estamos delante la élite democrática del mundo y como castellano me siento orgulloso de eso. El problema es que solo se puede resolver con pactos y acuerdos, como ahora pactar es de cobardes esos problemas siguen ahí pendientes”.

No entiende que estando en un país rico y estando creciendo más que la media europea no se están poniendo los instrumentos necesarios para que eso se distribuya. Plantea por otra parte la puesta en marcha de un plan franquista de creación de viviendas.

Una independentista desilusionada

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