Septiembre parece ser el nuevo enero en esto de retornar a iniciar. Mientras que este postrero da aparición a un nuevo año, el noveno mes hace lo mismo, pero en lo que educativamente respecta. Aunque asimismo en lo profesional. Por eso para muchos, encauzar de nuevo la rutina, luego de varios meses de parón, cuesta. Y más si esa revés trae consigo cambios o novedades.
Uno de las situaciones a las que más cuesta hacer frente es comenzar la carrera universitaria. Una nueva guisa de estudiar y cobrar la formación puede generarnos dudas. Algunas personas optan incluso por dejarse llevar el curso en las primeras semanas porque verdaderamente no es lo que esperaban.
Fernando Botella, CEO de Think&Action y habituado en liderazgo, explica por qué nos cuestionamos, a la hora de iniciar nuestros estudios universitarios, si hemos tomado una buena audacia o si verdaderamente coincide con nuestra gusto. Para poder nosotros mismos respondernos, Botella da cinco claves:
- Identificar claramente tus intereses: “piensa en tus hobbies, en esos pasatiempos, en lo que se te da perfectamente, piensa verdaderamente en identificar tus intereses”.
- Evalúa tus habilidades.
- ¿Cuáles son las metas a generoso plazo en mi vida?: “Esto es importante”, enterarse, “¿cuál es mi propósito vitalista y mis metas a generoso plazo?”
- Investiga todos los datos de la carrera: “Todos los datos tienen que ver con qué asignaturas las componen, quiénes son los profesores, cómo es verdaderamente el mercado profesional” cuando terminemos la carrera.
- ¿Es a esto a lo que me quiero destinar el resto de mi vida? ¿Daría el tiempo de mi vida a esto que estoy estudiando?
Sin confiscación, en la mayoría de las ocasiones, nuestras decisiones están tomadas según opine nuestro círculo más cercano. Un hecho que el habituado en liderazgo recuerda: “No dejes que sean tus familiares, amigos, las personas que forman tu entorno los que decidan por ti qué carrera tienes que estudiar”. Nos recuerda que son los estudiantes quienes tienen que lanzarse y que solo debe someterse de ellos.
Botella tiene claro asimismo que lo más importante es que “si el futuro que tú ves desde internamente del clase no te emociona, es que estás en el presente inexacto”. Asimismo, quiere asimismo dar un mensaje de tranquilidad para aquellos que ahora mismo se encuentren en esta situación, para que no sientan que son los únicos a los que les pasa. “Ten en cuenta eso: es posible que a aquello a lo que te dediques en un futuro, no coincida o no sea aquello que has estudiado. Por cierto, como le pasa a más del 55% de todos los profesionales, trabajan en poco que no fue lo que estudiaron”, asegura.
Equivocarse es crecimiento, no fracaso
María Padilla, psicóloga y fundadora de Haber Psicólogos, asimismo hace hincapié en procesar los nuevos cambios con calma y afirma que “la secreto está en enfocarnos en el proceso y no en la perfección”. Tener un conocimiento previo de aquello que es nuevo para nosotros y a lo que le vamos a destinar mucho tiempo, necesita “una buena planificación con objetivos pequeños y alcanzables”.
Respecto a lo educativo, Padilla afirma que equivocarse a la hora de designar puede suponer un fracaso, nos puede hacer notar “como si hubiésemos cometido un error tremendo, pero no es así” y añade que “darse cuenta de que poco no es lo que esperábamos es un instinto de crecimiento, no de fracaso”.
Fracasar es parte del estudios
La palabra fracaso supone un peso muy ilustre para todos. Nadie quiere aceptar que la audacia que ha tomado no ha sido la correcta, y es por eso que el fracaso duele. Sin confiscación, la psicóloga pide que no se vea “como poco imagen, sino como una oportunidad para mejorar”. Por lo tanto, en vez de temerlo, debemos tratar de verlo “como un trampolín para el progreso”.
¿Y si no hemos acertado en lo profesional?
Enfrentarse a un nuevo trabajo asimismo da vahído. Pero igual que ocurre con el inicio de una nueva etapa educativa, debemos ser conscientes de qué estamos realizando. Debemos estar preparados y afrontar el nuevo aparición, como dice Padilla, como un trampolín.
Asimismo, no debemos por qué estancarnos en un sitio donde no nos sentimos cómodos. Si tenemos la oportunidad de sufrir a límite un cambio, será la mejor audacia que tomemos.
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