En los últimos abriles, España ha manido un extraordinario incremento en el número de personas recluidas en las cárceles españolas. Una ingenuidad que ha generado un amplio debate sobre los retos que plantea la integración y reinserción en el sistema de estas personas. Asimismo, la presión migratoria ha tenido un impacto directo en el sistema penitenciario castellano y, desde 2020, el número de presos extranjeros ha ido en aumento, llegando a cifras que cada día se acercan más a las de la población reclusa de procedencia española. En la Comunidad de Madrid, la ingenuidad es especialmente llamativa, ya que los extranjeros representan un porcentaje mucho decano en las cárceles que en la población militar, lo que pone de relieve los desafíos de integración y seguridad a los que se enfrenta la caudal española.
Los datos del Instituto Doméstico de Estadística (INE) de 2023 revelan que de los 7.066 reclusos en las prisiones madrileñas, un 43,1% son extranjeros, lo que contrasta con el 20% que representan en la población total empadronada en la región. Esto pone de manifiesto un problema recóndito sobre la integración de los inmigrantes en el tejido social madrileño y los desafíos a los que se enfrentan tanto las autoridades penitenciarias como las políticas de seguridad y convivencia.
En la Comunidad de Madrid, los 3,4 millones de habitantescensados reflejan una ingenuidad preocupante. De esta población, el 80% son españoles y el 20% extranjeros. Sin requisa, cuando se observan las cifras penitenciarias, esta proporción se invierte de guisa extraordinario. De los 7.066 presos, 4.024 son españoles, lo que equivale al 56,9%, mientras que los 3.042 restantes, es sostener, el 43,1%, son extranjeros. Un desajuste que plantea serias preguntas sobre los factores que llevan a una sobrerrepresentación de la población inmigrante en el sistema penitenciario.
Desglose por tipo
Un examen más detallado por tipo y procedencia ofrece un panorama aún más revelador. De los 6.352 hombres reclusos, 3.665 (57,7%) son españoles, mientras que 2.687 (42,3%) son extranjeros. Por otro banda, de las 714 mujeres encarceladas en Madrid, el 50,3% (359 mujeres) son españolas y el 49,7% (355) extranjeras. Este antecedente es particularmente impactante en el caso de las mujeres, donde la distribución entre españolas y extranjeras es casi equitativa, una ingenuidad que no se observa en la población militar de la región.