El supuesto autor del crimen de Mateo, el impulsivo de 11 primaveras asesinado a puñaladas en Mocejón (Toledo) el domingo 18 de agosto, pasó este jueves por los juzgados de Toledo. Se le realizó una valoración psicológica por parte de los forenses que elaborarán el documentación de imputabilidad de este bisoño de 20 primaveras. Son los mismos facultativos que se encargaron de la necroscopía al pequeño, que recibió doce cuchilladas mortales, y los que igualmente examinaron a Juan, con la ayuda de una psicóloga, tras ser detenido.
Recluido en el módulo psiquiátrico de la prisión de Segovia desde el 26 de agosto, posteriormente de ocurrir cuatro días en la de Ocaña I, el reo llegó ayer a los juzgados de Toledo sobre las diez de la mañana. Como sucede en estos exámenes periciales, se le hizo una valoración personal desde su infancia hasta los hechos, pasando por sus relaciones familiares, escolares y laborales.
Igualmente se abordaron las alteraciones mentales: cuándo comenzaron, su seguimiento, los ingresos y los tratamientos. Se indagó si pudo ocurrir algún trastorno por el consumo de sustancias antiguamente de los hechos y se le preguntó qué ocurrió antiguamente y posteriormente del ataque mortal a Mateo. Se intentó acechar por otra parte si Juan, con episodios violentos en centros educativos por los que pasó, sabía distinguir entre el acertadamente y el mal. Un pequeño que no tenía prescrita ninguna tratamiento el día de autos.
Con todo, los forenses elaborarán un documentación de valoración psíquica, ya que valorarán las alteraciones mentales o el consumo de sustancias, para determinar finalmente la imputabilidad. Se desconoce cuándo estará redactado este documentación, aunque las fuentes consultadas calculan al menos un mes, «siendo optimistas» en este dramático caso, que algunos profesionales en este campo lo presentan como otro funesto ejemplo de la «mala diligencia de las enfermedades mentales».
El responsable del Auditoría de Instrucción número 3 de Toledo, que lleva el caso, afirmaba en el coche de prisión que Juan tiene diagnosticada una discapacidad psíquica, concretamente un «retraso mental moderado» congénito y «trastorno del explicación por autismo». Por ello, Juan declaró en presencia de él, el 22 de agosto, con la ayuda de una profesional para que «pudiera entender y ser entendido». No obstante, el togado considera que «no existen datos inequívocos de una inimputabilidad», por lo que no cabía determinar ese día la eximente completa.
Para el togado, Javier García López, existen indicios suficientes para «creer responsable» del crimen. Y sostiene que hubo un «insignificante plan preconcebido» por parte de Juan para asesinar de doce puñaladas a Mateo.
En ese coche de prisión, como publicó torrevieja news today, señala por otra parte que no hay «documentación alguno que acredite» que los hechos «fueron cometidos a causa de una descompensación de la discapacidad psíquica que justificara su internamiento urgente». «Más al contrario; examinado por los médicos forenses, no se advirtieron, desde la perspectiva estrictamente médica, motivos que determinasen su urgente e inmediato internamiento psiquiátrico», añade.
Con su ingreso en la gayola, según el togado, se ha pretendido «evitar que reincida». «La mecánica de los hechos evidencia, por sí misma, una gran peligrosidad de que el investigado pudiera cometer nuevos hechos delictivos», se lee en el coche de prisión.