Paso sus últimos tiempos como canónigo en Córdoba y antiguamente había tenido otros destinos, pero el nombre del sacerdote Pedro Crespo Hidalgo estará siempre combinado a la iglesia de la Admisión de Priego de Córdoba, donde fue párroco durante 25 abriles y dejó una huella muy profunda entre sus habitantes.
Los habitantes de Priego están este domingo entre los que lloran al presbítero, que ha fallecido a las seis de la alborada en la ciudad de Córdoba a la época de 86 abriles tras un ocupación hierático atiborrado de actividad que ha poliedro muchos frutos espirituales.
Pedro Crespo nació en 1938 en Fernán Núñez y se ordenó sacerdote el 28 de febrero de 1965. Tuvo distintos destinos, pero en la segunda fracción de la decenio de 1980 llegó como párroco a la Admisión de Priego de Córdoba, uno de los templos más monumentales de la provincia.
Entre otras iniciativas, trabajó en los patronatos y fundaciones que la Iglesia mantiene en Priego de Córdoba, y que socorrieron a muchas personas y familias.
Esta tarea, y su condición de sacerdote cercano, le hicieron ganarse el cariño de los prieguenses, hasta el punto de que él quiso que sus restos tengan reposo en la ciudad de la Subbética. En 2016 se le nombró canónigo de honor de la Catedral de Córdoba, ya cuando tenía condición de párroco emérito de la Admisión de Priego.
Pedro Crespo, con las campanas de la Admisión, en 2004
La ofrenda funeral se celebrará en la Catedral a las 9.30. Acto seguido su cuerpo se llevará a Priego de Córdoba, donde habrá otra ofrenda a las 12.30 en la que fue su iglesia.
En los primeros tiempos descansará en el panteón de la caridad hasta que se le pueda transigir al columbario de la parroquia. Todas las misas de este domingo en la ciudad se ofrecerán por su alma.