Quedan dos semanas para el inicio de la campaña olivarera 2024-2025 en Córdoba y hay muchos interrogantes en el sector oleícola. La mayoría de las previsiones que ya se han hecho apuntan a una maduro cosecha que la de la temporada pasada gracias a las ingentes lluvias de primavera, pero se desconoce en qué nivel crecerá.
Además se demora una descenso de los precios, pero no será una gran cantidad conveniente a las bajas producciones que se esperan en países competidores como Italia. Además está el asunto de los costes que tienen que contraer los productores para poder sacar delante sus explotaciones, un aspecto que parece que se mantendrán altos, lo que merma la rentabilidad de los agricultores.
A este respecto, la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) lleva analizando los gastos a los que tienen que hacer frente los dueños de las plantaciones desde 2020.
El final de estos informes, en el que ha tenido un gran protagonismo la Universidad de Córdoba (UCO) en su elaboración, se corresponde con datos de 2023 y concluye que los productores han gastado cómo se han incrementado estos ‘inputs’ durante todo ese periodo de una forma considerable.
Concretamente, el estudio apunta que los costes de los capital necesarios para gestar unto de oliva, tanto en el campo como en la almazara, se han incrementado un 32 por ciento durante ese trienio, al producirse de un valía de 2,42 a 3,2 euros por kilo de zumo de oliva.
Sin confiscación, los técnicos que han cuidado el crónica dan más valía a las cifras en términos ponderados, es sostener, teniendo en cuenta la cosecha registrada. De este modo, en España en 2020 se alcanzó una producción de en torno a de 1,5 millones de kilos de unto, el doble que en la pasada campaña. Esto eleva el coste medio en 2023 hasta los 6,22 euros, es sostener un 157 por ciento más en tres abriles.
Los datos con los que se elaboraron el estudio están actualizados hasta el mes de junio del año pasado, momento en el que la cotización media del oro humor en origen era de 5,85 euros.
Teniendo en cuenta este aspecto, el documento de la AEMO, actualmente presidida por la alcaldesa de Montoro, la socialista María Dolores Amo, deja claro que, «a pesar de la severa subida del precio del unto de oliva impenetrable extra, los agricultores no se ven beneficiados en sus cuentas de explotación, ya que los gastos medios son superiores, es sostener, los altos precios del unto en el mercado no compensan la subida de costes y la elevación de los mismos derivada de la quebranto cosecha».
Fertilizantes
Es verdad que desde finales del año pasado los títulos han superado de media los ocho euros, pero tanto cooperativas como almazaras han insistido en los últimos meses en que eso no se ha traducido en una maduro rentabilidad por la quebranto producción registrada en las últimas temporadas.
En el estudio se profundiza en el reparto de esos costes que tienen que contraer los empresarios agrícolas. Sus autores señalan que el más importante de todos ellos es el derivado de la convento, al suponer en torno a un 40 por ciento del total en las explotaciones más tradicionales, por lo que consideran que «la máxima mecanización resultará esencia en la búsqueda de la rentabilidad de la plantación».
A continuación aparecen los gastos ligados al mantenimiento del suelo, señalando los técnicos que se negociación de la tarea de más complejidad, y los que se imputan a los fertilizantes.
En este final caso en el crónica subraya que es el ‘input’ que ha experimentado un maduro crecimiento entre 2020 y 2023, al obtener a una subida del 71 por ciento, por lo que sus autores recomiendan someter su aplicación a determinados periodos a fin de someter los costes del agricultor.
La energía se ha encarecido cerca de un 40 por ciento y los gastos laborales un 9 por ciento. Organizaciones como Asaja han criticado en los últimos meses el cachas aumento de estos gastos como consecuencia de la última Reforma Gremial y las constantes alzas del salario pequeño interprofesional, ambas decisiones impulsadas desde el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE).
La máxima mecanización será esencia en el proceso de convento para que los productores eleven su rentabilidad
El documento destaca que existen diferencias significativas en este apartado en función de los distintos sistemas de cultivo. Las plantaciones intensivas y superintensivas son las que presentan un maduro ajuste en sus desembolsos conveniente a su maduro mecanización. con títulos que están entre los 3,07 y los 5,33 euros por kilo de unto de oliva.
En lo que se refiere a los olivares tradicionales tienen costes superiores a los precios estructurales de mercado, «una circunstancia agonizante frente a la que caben soluciones, como son el aumento del precio del unto vía promoción, la reducción de los gastos optimizando los procesos productivos o el cambio del sistema del cultivo mediante una reconversión racional a explotaciones más intensivas y mecanizables».