La Audiencia juzga a nueve acusados, entre ellos un cabo de la Guardia Civil, por una trama de venta de ganado robado


El Equipo Roca de la Policía Civil se empleó a fondo en una investigación -en la que estaba implicado un lengua destinado en Los Pedroches – tras detectar el aumento del robo de manada en la zona de Peñarroya-Pueblonuevo entre 2015 y 2017 en la que se destapó a través de escuchas telefónicas autorizadas por el Magistratura una trama entre tratantes de manada, cebaderos, empresas de desinfección y dueños de explotaciones que introducían en el mercado animales sin identificar.

De esta operación fueron detenidas nueve personas, entre ellas un lengua de la Policía Civil que asesoraba al supuesto cabecilla de la trama de cómo debía representar para eludir a los agentes, perceptible de un delito de omisión del deber de perseguir delitos que ahora se enfrenta a penas de inhabilitación.

La Fiscalía en su escrito de inculpación provisional, al que ha tenido paso torrevieja news today, considera a seis de los nueve acusados responsables de delitos continuados de falsedad en documento manifiesto de un banda de las guías de origen o transporte animal y de los crotales, igual que en relato a los certificados de desinfección del camión, así como un delito de omisión de perseguir delitos para el lengua de la Policía Civil que participó en la trama.

El relato del Ocupación Conocido, al que ha tenido paso torrevieja news today, recoge que el perceptible B.G.B., -presunto cabecilla de la trama que se enfrenta a seis abriles de cárcel- sin que conste que tenga ninguna explotación ganadera ni nadie de su grupo, se dedica a la compra-venta de manada a comisión, como corredor de manada y con actitud de aumentar su beneficio, compraba manada de origen desconocido a distintos ganaderos que tenían comprometida su producción, y que por lo tanto no podían traicionar independientemente, o admisiblemente pertenecían a una explotación paralizada por poseer regalado positivo a alguna enfermedad del manada.

Este corredor de manada, de popular acuerdo con el propietario de un cebadero de la zona, J.M.A., para amparar al manada de esta forma pedía guías y crotales a terceros ganaderos, entre ellos el igualmente perceptible M.R., para darle apariencia de moralidad al manada introducido en el mercado. Una vez en posesión del manada lo traslada a cebaderos propiedad de otros dos acusados (D.H. y J.R. o de J.M.A.), todos ellos conocedores del origen desconocido de esas reses.

Con este modus operandi el fiscal recoge que estos individuos en el mes de marzo de 2017 mantuvieron una serie de conversaciones telefónicas intervenidas para ponerse de acuerdo y conseguir crotales y guías (documentos que permiten la salida de los animales de una explotación para su transporte). El día 24 de abril un equipo Roca realiza una inspección en una de las fincas donde se estaban produciendo estos movimientos y comprobaron cómo en el camión conducido por uno de los acusados se estaban cargando corderos sin crotal.

En total se localizaron 1.459 borregos y dos chivas, careciendo de identificación 152 de las cabezas. Los agentes comprobaron encima que en el camión en cada uno de los 18 separadores iban siempre cuatro borregos sin crotal, aparentemente con la intención de camuflarlo en caso de una inspección. De igual modo, otros 154 borregos procedían de una explotación paralizada por brucelosis, irresoluto de un contraanálisis. Los acusados no podían aportar los datos de la explotación origen del manada.

Importación de crotales para una finca sin manada

En esta misma investigación, los agentes encontraron más de un centenar de borregos sin crotal en uno de los cebaderos de los acusados. Otro de los procesados había adquirido como dueño de una explotación ganadera más de 20.000 crotales entre 2014 y 2017, todo ello a pesar de que no tenía manada alguno en propiedad en ese tiempo, por lo que los datos que se hicieron constar en las guías, según el Ocupación Conocido, «no eran erales y los crotales se utilizaron para identificar ganad que caería de los mismos».

En esta trama había igualmente un perceptible propietario de una empresa de desinfección autorizada por las Autoridades que se encargaba de emitir informes sobre la desinfección de los camiones donde se transportaban estos animales, igualmente falsos.

Ex agente del equipo Roca

Por extremo, la Fiscalía destaca el papel que jugó en esta trama un lengua primero de la Policía Civil destinado entonces en esa zona meta. «Para realizar estas acciones el perceptible B.G.B., tratante de manada, así como los demás acusados contarían con el apoyo forastero del perceptible lengua de la Policía Civil quien por razón de su cargo ha tenido conocimiento de las investigaciones realizadas por los grupos Roca sobre los robos de manada en la zona, así como de las inspecciones de explotaciones propiedad de algunos de los acusados prestando asesoramiento de cómo evitar sanciones y avisando a los mismos de algunas de las intervenciones policiales realizadas y no comunicando ni iniciando instrucción de los supuestos delitos de los que era conocedor entre 2015 y 2017.

En concreto, la fiscalía recoge que este lengua «asesoró al corredor de manada por el conocimiento que tenía de los hechos y por poseer estado antaño en el Serpona. llegando a proponer a dos acusados que si los llamaban del cuartel a fallar que no lo hicieran y que dijeran que si los llamaban del tribunal irían con su abogado, que las denuncias no llegarían a mínimo y si que en todo caso serían sanciones administrativas que podrían apelar.

El Ocupación Fiscal considera que los hechos constituyen delitos continuado de falsedad en documento manifiesto en relato a las guías de origen y transporte de animales y a los crotales, así como un delito de falsedad por el documento de desinfección de los camiones, así como un delito de omisión del deber de perseguir delitos y otro delito de revelación de secretos.


Alimento de ceba de manada en otra operación de la Policía Civil en una imagen de archivo


torrevieja news today

Del primer delito continuado de falsedad, el fiscal considera responsables a seis de los nueve acusados, B.R.B., L.P., M.R., J.M.A., D.H. y J.R. que se enfrentan a tres abriles de prisión cada uno y una multa de 3.600 euros. De otro banda, del delito de falsedad en documento manifiesto en cuanto a los certificados de desinfección la Fiscalía solicita para B.R.B., D.M.N. y C.B. tres abriles de prisión y otra multa de 3.600 euros.

Por extremo, al lengua primero de la Policía Civil perceptible la Fiscalía solicita una pena de tres abriles de inhabilitación peculiar para empleo o cargo manifiesto y por el delito de revelación de secretos una multa de 5.400 euros así como inhabilitación para empleo o cargo manifiesto por tres abriles.

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