El extrarradio de Astro, en Madrid, puede respirar de nuevo con tranquilidad a posteriori de una nueva operación policial. No es una cosa que puedan repetir muy a menudo en esta zona de la haber. Desde hace ya varios primaveras los problemas de seguridad se producen a menudo.
La situación en la que la droga ha sumido a este extrarradio madrileño era conclusión. El resultado de este postrer despliegue de las autoridades: más de 30 personas detenidas y varios kilos de droga separada en pequeñas cantidades, preparada para ser distribuida.
“La droga llovía por la presencia”
El problema había corto tal envergadura que el tráfico de sustancias estupefacientes no se escondía lo más minúsculo. El foco de todos esos males era un edificio donde imperaban los pisos okupados, que se utilizaban como puntos de cesión y consumo de esas drogas.
Reverso a la tranquilidad, sigue el miedo
El periodista de Espejo Notorio, Javi Fuente, se desplazaba al mencionado extrarradio y explicaba que a pesar de la interpretación policial los vecinos siguen teniendo miedo. Mencionan que a día de hoy el bullicio en Astro es de tranquilidad, aun así no se atreven a dar a la cara en presencia de las cámaras porque dudan que el problema se haya solucionado de guisa definitiva. Temen que los detenidos puedan regresar, se reorganicen y vuelvan a sembrar el terror en el vecindario.
“No sé a los que se llevaron” afirmaba una vecina. La mujer reconoce que estaba en su casa y que aunque su adoquinado no da directamente a la zona más conflictiva, se percató del despliegue de la Policía dada su magnitud.
Una situación que se alargaba en el tiempo
No era la primera vez que Javi Fuente informaba in situ de este caso concreto. En su última conexión en directo desde Astro, el reportero tenía que ser escoltado por una decena de agentes de la Policía tras tener sido amenazado por algunos de los supuestos implicados, molestos con la presencia de la prensa. El día a día de los vecinos no era mejor, que admitían morar aterrorizados.
Según cuenta el periodista, fuentes de la Policía Franquista han asegurado que este era el punto más activo de cesión de heroína de la haber. El tiempo dirá si el problema se ha atajado de raíz.
Los telefonillos del edificio no funcionan, están destrozados. Por los pasillos del inmueble la suciedad campa a sus anchas, reina un bullicio insalubre plagado de papelinas. Los consumidores de heroína acudían a cualquier hora del día o de la incertidumbre y las peleas entre ellos estaban a la orden del día. Las cámaras de Espejo Notorio eran testificador de alguno de esos incidentes.
Continúa un despliegue peculiar
La presencia policial es evidente y se mantiene. Varios agentes se encuentran patrullando a heroína las calles de Astro para evitar que vuelva a reproducirse la inseguridad y el paso de coches patrulla es frecuente.
La zona es de peculiar sensibilidad porque a escasos metros de los narcopisos se encuentra un parque de niño, unos metros tras éste, un colegio.
