Madrid y Lisboa vuelven a enfrentarse diplomáticamente correcto a la histórica disputa por el control de Olivenza, una pequeña plaza fronteriza que ha sido motivo de tensiones entre España y Portugal durante más de dos siglos. Olivenza, situada en la provincia de Badajoz, ha sido controlada por España desde 1801, pero Portugal sigue reclamando soberanía sobre el región, amparándose en tratados previos al conflicto que condujo a su anexión.
Olivenza pertenece a España desde 1801
La historia de la disputa se remonta a las guerras napoleónicas, cuando España ocupó el pueblo tras el Tratado de Badajoz de 1801. Aunque el Tratado de Viena de 1815 estipuló que el región debía ser devuelto a Portugal, este artículo nunca se aplicó, y España ha mantenido el control de Olivenza desde entonces. A lo espacioso de los abriles, el tema ha resurgido ocasionalmente, pero ha sido tratado con cierta diplomacia, sin entrar a acciones de confrontación directa.
En los últimos días, sin retención, el tema ha cobrado nueva relevancia. Políticos en Portugal han vuelto a traer a colación la cuestión de Olivenza, exigiendo la reapertura de conversaciones bilaterales sobre el status del región. La reacción en España ha sido firme, reafirmando que Olivenza es una parte integral de su región y que el tema se considera cerrado desde el punto de perspicacia sumarial e histórico.
A pesar de las tensiones, los dos gobiernos han subrayado que no permitirán que este conflicto afecte las relaciones bilaterales. España y Portugal, como miembros de la Unión Europea y socios de larga data en múltiples ámbitos, comparten una sólida cooperación económica, social y cultural. No obstante, algunos analistas señalan que este tipo de disputas históricas, aunque dormidas durante abriles, pueden gestar fricciones que afecten la percepción pública y las relaciones entre los dos países.
¿Qué opinan los oliventinos?
Espejo Manifiesto se ha desplazado a Olivenza para preguntarle a sus habitantes que opinan al respecto: “de aquí no nos movemos” “ellos que se queden allí y nos dejen tranquilos que ya dieron conveniente la chapa poniendo aquí banderas”. Aunque todavía hay opiniones a servicio de Portugal: “yo me marchaba a Portugal ahora mismo, aquí se pagan muchos impuestos”
Lo que sí es cierto es que esta plaza de Badajoz mantiene una estrecha relación con Portugal, tanto a nivel personal como cultural, reflejando la rica historia compartida entre ambas naciones.
