El tallista charro Agustín Casillas dará nombre a la plaza central del céntrico parque de La Alamedilla, en Salamanca, según ha anunciado el corregidor de la ciudad, Carlos García Carbayo. El regidor ha homenajeado al cómico charro conexo al resto de la Corporación Municipal y parte de su tribu, incluidos sus hijos, Antonio y Corrida Casillas, cuando se cumplen 50 primaveras de la colocación de la escultura del Ayudante del Tormes en el entorno del Puente Romano.
Los vástagos del tallista y el propio corregidor han dejado un cesto de flores en la peana de la escultura y colocaron una placa explicativa en la obra, medida que se extenderá a las otras 13 que Casillas tiene repartidas por la ciudad. De este modo, y conexo al bautizo de la plaza central de La Alamedilla, el Junta salada una «deuda histórica» con el cómico, según reflexionó García Carbayo.
«Casi 500 luego de la publicación del ‘Ayudante de Tormes’, esta figura es un incentivo de primer orden presente en la ciudad de Salamanca. Solo hay que pasear por aquí y ver cómo los visitantes inmortalizan una y otra vez este espacio, donde la obra sitúa el paisaje en el que el avispado chaval engañó al invidente», ha reflexionado García Carbayo.
La obra fue colocada el 15 de septiembre de 1974, hace exactamente 50 primaveras y un día, pero no en el emplazamiento contemporáneo, sino acoplado en la entrada del Puente Romano, conexo al toro vetón. Fue en el año 1993 cuando las autoridades desplazaron el monumento al espacio exacto en el que obra cumbre de la humanidades de picaresca describe el momento narrado, es proponer, conexo a la iglesia de Santiago y con ambas figuras mirando en torno a el hoy judería Tejares, entonces pueblo, donde, se dice, nació el Ayudante.
«Nadie mejor que Agustín Casillas para inmortalizar en bronce a los protagonistas de una novelística de la que, a día de hoy, aún se desconoce su autor, pero que capta perfectamente su fuerza y simbolismo», ha afirmado García Carbayo, en medio de un «meritorio homenaje» al cómico que la gestó y la modeló para convertir la obra en «un factor imprescindible de la ciudad». «En el caso de esta escultura, estamos frente a una imagen icónica de Salamanca, mil veces retratada, perenne retentiva de la unión inquebrantable entre el Tormes y su Ayudante». añadió.
Una obra «inmortal» que contará con una placa informativa «para que se sepa quién es su autor y qué representa». Iniciativa que se extenderá a las otras 13 esculturas que tiene en la ciudad, ya que es el que más tiene actualmente. «Su trabajo y su creatividad embellecen rincones como el parque de la Alamedilla, por donde tanto paseaba. Su trabajo pervivirá siempre en nuestra calles y plazas y en las exposiciones que se seguirán realizando», ha finalizado el regidor.
Por su parte, el hijo de Agustín Casillas, Antonio, ha tomado la palabra para pagar el semblante a la ciudad y recordó el momento en el que, hace 50 primaveras, Salamanca «fue una fiesta» por la colocación de esta escultura, fraguada en abril e instalada en septiembre, en plenas ferias, «con folclore, morapio y con vecinos de ambas orillas» que, según rememoró, «se comprometieron a cuidarla».