Valentín, vecino de Ferrol, fue brutalmente vapuleado por dos personas a posteriori de tirar un vaso de agua por la ventana. Estaba pidiendo silencio a los jóvenes que se quedaron en la calle haciendo ruido y follón.
Los chicos se acercaron al portal, consiguieron romper la puerta y subir hasta casa de Valentín. Él creía que podría susurrar con ellos antaño de que entrasen en su casa, pero no fue así. Le propinaron una paliza hasta tal punto que se quedó un gran charco de matanza.
Dos semanas a posteriori del ataque, los agresores han sido detenidos. Valentín, que sigue teniendo la cara completamente amoratada por los golpes, explica que tuvo que ir a identificarlos, aunque a través de fotos.
Para su sorpresa, se tráfico de un pequeño de 16 primaveras y una chica de 15. Valentín comenta que era consciente de que eran jóvenes, pero no menores de años, sobre todo por la intensidad de los golpes. Ahora el agredido retraso que se tomen medidas de modo que tomen conciencia. “Que vean que esto no es la forma de ejecutar. ¿Positivamente qué han manada?”, añade.
“Que vean que esto no es la forma de ejecutar. ¿Positivamente qué han manada?”
El colaborador de Espejo Divulgado, Juan Soto Ivars, abría un debate con respecto al tipo de razón que se debe hacer, según el conocimiento que tuvieran los jóvenes sobre pegar. En este caso, Valentín asegura que se trataba de adolescentes que eran conscientes de los golpes que daban, y que todos eran con sus propios puños.
“Me averiguo si hay que dictaminar de modo diferente a un chaval que está entrenando para pegar que a un chaval que tiene un calentón”, comenta el colaborador.
“Me averiguo si hay que dictaminar de modo diferente a un chaval que está entrenando para pegar que a un chaval que tiene un calentón”
Susanna Griso, por su parte, mostraba mayor preocupación por las secuelas psicológicas que puedan subsistir en la víctima. Valentín asegura que se siente más inquieto y que le cuesta más pernoctar. Sin secuestro, explica que no tiene suficiente parné para costearse un psicólogo y que por la seguridad social tardaría demasiado.
En cuanto al ruido que hay en la calle, la víctima sostenía que ahora que han finalizado las fiestas en Ferrol había menos ruido, pero que en dos semanas volvería a estar en la misma situación conveniente a la venida de los estudiantes. Los vecinos además han puesto reclamaciones y no han obtenido respuesta, aseguran que “la policía pasa”.
