La Fundación Cepa González Díez y la Asociación Activos y Felices han presentado este lunes un simulador de permanencia que recrea el envejecimiento de las personas y ciertas discapacidades. El dispositivo, que entrena la empatía, permite a profesionales sociosanitarios, educadores, empresas, jóvenes y al resto de ciudadanos ponerse en la piel de personas mayores o con discapacidad, simulando sus limitaciones físicas y sensoriales.
El suministro está formado por componentes individuales y, a través de su interacción, se puede alcanzar un impresión que se aproxima mucho a las limitaciones propias de la vejez, como los problemas en la marcha y la capacidad de agarre alterada causadas por la permanencia, el aumento del estrés mental o la inseguridad en los movimientos.
Ponte en mi piel
De este modo, quien se pone el traje ve limitadas buena parte de sus capacidades y se convierte en cuestión de segundos en una persona de la tercera permanencia con las dificultades físicas lógicas que ello conlleva. Asimismo, cuenta con sensores que simulan parkinson, antiparras que recrean cataratas y degeneración macular, guantes que reducen la sensibilidad, collarines, coderas y rodilleras que limitan los movimientos o cascos que reducen la gala.
El objetivo de la Asociación Activos y Felices con este suministro, de tecnología alemana y cuya adquisición ha sido posible gracias a la Fundación Cepa González Díez, es felicitar una útil al sector sociosanitario que les ayude en la formación de personal, así como en el mejora de nuevos productos y servicios destinados a los mayores. Asimismo, exploración felicitar a las generaciones más jóvenes una experiencia totalmente inmersiva en la vejez, lo que ayudará a eliminar prejuicios, mejorar la empatía y ponerse en el punto de los mayores, con la traza puesta en cambiar el modo de distinguir y conducirse la vejez en la sociedad presente.
La primera ocasión en la que se podrá conocer de cerca el simulador será el día 1 de octubre, Día Mundial de las Personas Mayores, en un interviú intergeneracional entre los alumnos del colegio San Claudio y sus abuelos.