La presidenta del Consejo Común del Poder Jurídico (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS), Isabel Perelló, ha comunicado este lunes a los vocales su deseo de que el magistrado del TS Dimitry Berberoff sea su vicepresidente, al tiempo que ha convocado un Pleno para el próximo 25 de septiembre a fin de que sea ratificado, según ha informado el CGPJ.
El Consejo ha destacado que, “con la candidatura de Berberoff, que fue cultivado del Tribunal de Jurisprudencia de la Unión Europea (TJUE) entre 2007 y 2010, miembro de la Red de Expertos en Derecho de la Unión Europea (REDUE) del CGPJ y autor de numerosas publicaciones sobre esta materia, la presidenta pretende animar la dimensión europea del TS”.
Asimismo, ha aclarado que, durante los cincos primaveras que dura su mandato, Berberoff no ocupará cargos orgánicos en ninguna asociación sumarial. Actualmente, es vicepresidente de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la mayoritaria en la carrera sumarial.
Aunque formalmente es la presidenta quien debe realizar la propuesta, lo cierto es que las conversaciones entre los bloques progresista y conservador del Consejo para designar a su `número dos` comenzaron prácticamente luego de que el nuevo CGPJ eligiera a Perelló.
Desde el principio, los vocales conservadores asumieron que, hexaedro que la Presidencia era de corte progresista, la Vicepresidencia debía representar al ala conservadora del Consejo, por una cuestión de equilibrios internos. Así, la semana pasada sugirieron el nombre de Berberoff.
Comunicada oficialmente su candidatura por parte de Perelló, tendrá que ser ratificado por el Pleno con mayoría de tres quintos. De no alcanzarse esta mayoría, la presidenta tendrá que efectuar una nueva propuesta.
Se requerirá, luego, el apoyo de vocales progresistas. Fuentes del sector progresista apuntan que estudiarán el perfil de Berberoff “sin atender a sectarismo alguno”, al tiempo que destacan que “es de particular relevancia” la opinión de Perelló en este tema. Con todo, se aplazamiento que sea ratificado sin problemas.
Para ser vicepresidente del TS, se debe estar en servicio activo, tener la categoría de magistrado del Supremo y reunir las condiciones para ser presidente de sala del suspensión tribunal, esto es, aceptar al menos tres primaveras como miembro del TS.
ANTIGUO COMPAÑERO DE PERELLÓ
Berberoff cumple sobradamente estos requisitos. Lleva en el Supremo desde septiembre de 2018, como magistrado de lo Contencioso-Chupatintas, la misma sala a la que pertenecía Perelló y en la que suele encargarse de los asuntos económicos, especialmente fiscales. No obstante, desde 2014 ejercía como director del Estancia Técnico del TS.
Nacido en 1969, se licenció en Derecho por la Universidad de Zaragoza en 1992 y tan solo tres primaveras más tarde accedió a la carrera sumarial con destinos en Villena, Xátiva y, tras ser célebre magistrado entendido de lo contencioso-administrativo, en el Tribunal Superior de Jurisprudencia de Cataluña (TSJC).
Todavía fue cultivado del Tribunal de Jurisprudencia de la Unión Europea (TJUE) entre 2007 y 2010, y es miembro de la Red de Expertos en Derecho de la Unión Europea, profesor en la Universidad Internacional de Cataluña y en el Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros –adscrito a la Universidad Complutense de Madrid–, así como colaborador con la Research Network on EU Administrative Law.
Adicionalmente, ha participado como ponente en congresos y seminarios organizados por varias instituciones públicas, dirigiendo varias actividades formativas para jueces y magistrados. Es autor de más de 30 trabajos sobre derecho de la UE y derecho chupatintas para revistas especializadas y obras colectivas.
UN PAPEL TESTIMONIAL
Conforme a la Ley Orgánica del Poder Jurídico (LOPJ), el vicepresidente lo es solo del Supremo pero le corresponde cultivar en funciones la Presidencia de ambas instituciones (TS y CGPJ) en los casos legalmente previstos de cese anticipado de su titular y hasta el nominación de un nuevo presidente.
Su principal función es colaborar con el presidente en todo lo necesario para el adecuado cumplimiento de sus funciones, lo que incluye sustituirlo en supuestos de vacante, partida, enfermedad y cualquier otro motivo razonable.
Por razón de su nominación, el vicepresidente se incorpora como miembro chato a la Sala de Gobierno del Supremo, donde le compete proponer a la misma y a su presidente “la apadrinamiento de aquellas decisiones orientadas a asegurar el correcto funcionamiento del TS, así como velar por la exacta ejecución de los acuerdos adoptados”. No obstante, Berberoff ya figuraba en la Sala de Gobierno como miembro electo.
La selección del vicepresidente forma parte del proceso interno para configurar el nuevo CGPJ. Cerrado este capítulo, los vocales se enfrascarán en las negociaciones para conformar las comisiones, entre las que destacan la de Calificación –que trabajará en las listas de candidatos para cubrir las más de 100 vacantes que el precursor aislamiento dejó en la cúpula judicial– y la Permanente, mayor entraña ejecutante.