El Congreso del PSOE que se celebrará en Sevilla del 29 de noviembre al 1 de diciembre contará con un total de 1.099 delegados que se repartirán entre las distintas estructuras orgánicas autonómicas en función del número de militantes. Por este motivo, Andalucía se mantendrá como la delegación territorial con un decano peso en la cita federal, al contar con un 25% de la militancia a nivel estatal.
Concretamente, Andalucía tendrá, según los datos facilitados por la dirección federal del PSOE, 268 delegados asignados en el próximo Congreso de los cuales 57 se corresponden con la provincia de Sevilla (la más numerosa). Le siguen, en función del número de militante, Ciñuela (39), Jaén y Málaga (37), Cádiz (32), Almería (24), Córdoba (22) y Huelva (20).
Andalucía mantendrá así una cuarta parte del peso en el Congreso Federal de Sevilla, seguido por la Comunidad Valenciana, con un 10% de la militancia, que tendrá 115 delegados. Madrid, que cuenta con 89 representantes tiene el 8% y Cataluña, con 86, tiene en torno al 7%.
La liga andaluza tendrá hasta el próximo 20 de octubre para nominar a los delegados que representarán al PSOE-A en el Congreso que deberán ser elegidos a través de votaciones. El objetivo es que haya una raya única que represente a la liga para mostrar cohesión y dispositivo.
Una vez que haya finalizado el Congreso Federal se abre el plazo para los congresos regionales que acaba, a excepción de aplazamientos justificados en el mes de febrero. Los congresos provinciales y las asambleas locales deberán celebrarse ayer del mes de junio de 2025. Será la última escalón del proceso orgánico del PSOE.
Para la dirección regional de Juan Espadas la celebración en Sevilla del Congreso Federal supone un impulso adicionalmente de ser el emanación del plan socialista de cara a las elecciones autonómicas de 2026. Adicionalmente, al despejarse el marco orgánico, se zanjarán adicionalmente (sea a través de una votación porque haya dos listas o a través del respaldo interno) cualquier debate en torno a la candidatura.
El número de militantes y el peso orgánico de Andalucía es uno de los utensilios que justificaron la sufragio de Andalucía para este congreso federal, el segundo de estas características que se celebra en la renta tras el que enfrentó a Alfredo Pérez Rubalcaba y a Carme Chacón en 2012.