Tras ocurrir pospuesto un alucinación institucional a Brasil y todavía sin hora concreta, este lunes, a cinco días de abastecer la reunión con el Presidente del Gobierno, el titular del Ejecutor gallego pudo avanzar algunas de las cuestiones que tratará con Pedro Sánchez en el aproximación. Una cita, recordó Alfonso Rueda, que lleva reclamando desde el inicio de la asamblea, hace cinco meses, y que ha llegado con «muy poco ganancia», pero que es una «oportunidad» que hay que «beneficiarse».
Aunque esta semana irán terminando de «perfilar» los temas que llevarán a la reunión del próximo viernes, como indicó el mandatario gallego, este lunes pudieron dar un avance frente a los medios. Tratarán cuestiones como el retraso en ciertas infraestructuras «que hace ya tiempo que debían estar ejecutadas»; la ejecución de los fondos europeos para «proyectos muy importantes que siguen esperando esa financiación; y transferencias que Galicia lleva reclamando desde hace tiempo, como la de la AP-9 o las competencias de mandato del orilla.
Eso sí, pendientes aún de cerrar el orden del día, explicó que intentará concentrar en el tiempo que le den para el aproximación aquellas cuestiones que él, como presidente de la Xunta, considere más «prioritarias». Una de estas cuestiones, añadió, sería la política industrial, que, luego de las «últimas declaraciones» –en clara relato a los comentarios del secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, cuestionando la viabilidad ambiental de Altri–, no parece que sea una prioridad para los grupos de la concurso, esgrimió. «Yo tengo claro cuales son las prioridades del Gobierno de la Xunta de Galicia escogido por la mayoría«, aseveró, teniendo claro que representa a »2.700.000 gallegos y gallegas que quieren que sus gobernantes acuerden, no que discutan«.
De todas estas cuestiones, todas ellas demandas del Gobierno gallego que vienen de tiempo detrás, dará cuenta en el Parlamento tras la reunión, indicó Rueda, que siquiera descartó la posibilidad de abastecer reuniones con representantes del resto del partido con carácter previo. «Con los días de los que disponemos, creo que lo que hay que hacer es preparar proporcionadamente la reunión», explicó.
Asimismo, a preguntas de los medios, reiteró su postura en lo que a negociar la financiación autónomica se refiere, asegurando que no tendría «ningún sentido entrar a negociar una cantidad sin retener el entero» y que se mantendrá fiel a su palabra. «Ya sé que esto impide o dificulta mucho impresionar a acuerdos bilaterales, como al que se llegó con Cataluña, pero la única guisa de hacerlo es sentarnos todos con las cartas boca en lo alto», aseveró, puntualizando que, Galicia, encima «no está para valer riesgos». «Si el Presidente del Gobierno plantea el tema, que supongo que lo hará, espero que asimismo entienda que la reunión asimismo es para susurrar de otros temas» en los que sí que es necesaria la «bilateralidad» entre la Xunta y el Gobierno.
«Posición de país»
Por su parte, tras conocerse la aniversario del aproximación, el Agrupación Nacionalista Galego (BNG) pidió una reunión con Rueda para consensuar una «posición de país», al considerar que «un presidente que quisiera padecer una posición de país intentaría consensuarla y tendría que gustar a la líder de la concurso para poder asaltar esos temas«. »Me gustaría que, como imperceptible, el presidente de la Xunta plantee al señor Pedro Sánchez que queremos una quita de la deuda exactamente igual que la que pueda tener otra comunidad, y que el debate de financiación esté sobre la mesa«, indicó la líder nacionalista, Ana Pontón, siendo esta una de las cuestiones incluidas en el acuerdo de investidura firmado por el BNG.
Asimismo, Pontón arremetió contra Rueda por dejar fuera de la reunión «el tema central» porque «se lo dicta el señor Feijóo», en relato al sistema autonómico de financiación, defendiendo una reforma que proporcione a Galicia «la presa» de su parné.