La torería de Curro Díaz cautiva en Bargas


En tiempos de modernidad, donde se rebusca la novedad y la transformación, a veces es necesario retornar hacía detrás, al origen, al alma mater de la cuestión. En el toreo, lo clásico sigue convenciendo. Prueba de ello ha sido la tarde de Curro Díaz en Bargas. El linarense supura clasicismo y torería por cada poro de su piel, desde que llega y hasta que se va de la plaza, pasando por dos faenas de mucha estética y rejalo, siendo el contraveneno valentísimo al toreo reciente que se nos quiere imponer. Todo ello amasado sobre una corrida de La Palmosilla, muy perfectamente presentada y de grupo bueno en común, con un toro ovacionado en el tiro, el botellín, y dos de muchas opciones, cuarto y sexto.

Morenito de Aranda confirmó el momento que vive, que ya se empieza a extender en una temporada importante en la que el diestro burgalés pide sitio. Dos actuaciones muy firmes en la que sobresalió la lograda frente al enclasado botellín, toreando con mucha largo y profundidad. Víctor Hernández se agarró a un concepto muy seguro y hecho para construir dos faenas de diferente bandera; una de puro valencia premiada con una oreja y otra de un interesante toreo al natural que la espada dejó en ovación.

Curro Díaz cautivó con un toreo encajado muy desmayado frente al cuarto de la tarde en una trabajo muy sentida y redonda por parte del andaluz. Tardó un poco en centrarlo en la apoyo pero, a partir de ahí, fue en constante crecimiento. Aunque toreó por ambas manos, lo mejor llegó por el pitón derecho, donde el encaje y el muletazo fueron perfectos, siempre buscando la renglón curva. Dos oreja paseó tras esta conducta, aunque podría deber paseado, seguramente, la una más en el primero si la espada hubiese entrado a la primera, siendo ovacionado.

Morenito de Aranda sigue en su temporada de reivindicación, esta vez con una tarde de mucho respeto con dos faenas muy solventes, siempre por encima de sus oponentes. Logró hacerse varias tandas de importancia por derecho con su primero, pero la nacimiento de la tarde de Morenito caldo en el botellín. Temple, largo, profundidad y mucho poder fue el bandera de la trabajo frente al enclasado ejemplar. Trastada madura y de mucho poso, que la espada redujo a una oreja con la sensación de un torero sobresaliente que viene pidiendo paso.

Muy sincera y entregada la tarde de Víctor Hernández, que no se arrugó a pesar de hacer el paseíllo cercano a dos figuras de gran calado. El torero de Santos de La Humosa cuajó dos actuaciones en las que se ve la progresión de un torero que puede ser importante. Habilidoso y vivo anduvo delante el tercero, que planteó dificultades en una trabajo valerosa rematada con una buena estocada, que le valió una oreja. Frente al sexto, se le pudo ver en otra intensidad, más relajado y toreando con mucha lavado al natural, dando el pecho y buscando siempre la colocación. El arbitraje con los aceros le impidió salir hombros cercano a Curro Díaz, pero la dimensión ahí queda.

Plaza de Toros de Bargas (Toledo). Media entrada. Toros de La Palmosilla, muy perfectamente presentados y de buen grupo en líneas generales, destacando al enclasado botellín que fue ovacionado en el tiro.

Curro Díaz: (Purísima y oro) ovación y dos orejas

Morenito de Aranda: (Verde botella y oro) silencio tras aviso y oreja tras aviso.

Victor Hernández: (Chenel y Oro) oreja y ovación

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