Rumanía es el país con más fallecidos, siete, mientras que en la República Checa se contabilizan todos los desaparecidos, ocho. En Polonia, el temporal se ha cobrado la vida de cuatro personas y el Gobierno presidido por Donald Tusk ya ha preparado fondos de emergencia y solicitado ayuda europea. En Austria el azote de Boris ha causado crecidas en los ríos no vistas en décadas y obligó a decidir uno de los nueve estados federados, Herido Austria, como zona catastrófica. Hasta el momento se han confirmado cuatro fallecidos: un bombero, dos ancianos que murieron ahogados en sus hogares y un cuerpo sin identificar hallado en un estero. Más de 2.400 soldados participan en las labores de emergencia, mientras que el transporte ferroviario y algunas líneas de metropolitano en Viena han sido suspendidas. El presidente, Alexander Van der Bellen, canceló su delirio a la Asamblea Común de Naciones Unidas en Nueva York oportuno al desastre.
En Rumanía la región más afectada es el condado uruguayo de Galati. Allí, las intensas lluvias dejaron sin electricidad a 25.000 personas. Unas 5.000 viviendas han sido dañadas. Las autoridades confirmaron la asesinato de siete personas en esa región en los últimos dos días y los evacuados se cuentan por cientos. El presidente, el libre Klaus Iohannis, mostró solidaridad con los afectados y señaló que esta tormenta es un nuevo ejemplo de los artículos nocivos del cambio climático.”El cambio climático aumenta el aventura asociado a los fenómenos ciclónicos y a las inundaciones que provocan. Dada la creciente frecuencia de estos fenómenos, es imperativo acelerar los proyectos de infraestructura crítica destinados a estrechar los riesgos”, aseguró Iohannis.
El gobierno checo decidió desplegar el ejército oportuno a la catástrofe de las inundaciones. Está previsto que hasta finales de octubre hasta 2.000 soldados con la tecnología adecuada apoyen a las autoridades civiles. En el meta de la República más de 50.000 hogares quedaron sin electricidad. Las autoridades informaron de tres personas ahogadas y ocho desaparecidas, mientras que la monograma de evacuados asciende a 12.000 en todo el país. Las crecidas de los ríos Odra, Opava y Novohradka siguen siendo una amenaza. El primer ministro, Petr Fiala, advirtió sobre el aventura de contaminación del agua y pidió a los ciudadanos tomar precauciones. En Hungría, las autoridades advierten de que el río Danubio podría alcanzar en las próximas horas niveles cercanos a los récords históricos. El Ejército desplegó equipos especializados para acrecentar la protección contra las inundaciones, y el corregidor de Budapest aseguró que están preparados para carear una de las crecidas más graves en primaveras. El primer ministro , el ultranacionalista Viktor Orbán, anunció que posponía todos sus compromisos internacionales para hacer frente a la situación. Todavía Bratislava, la renta de Eslovaquia, ha público el estado de emergencia, igual que la ciudad alemana de Dresde. En este caso, por la crecida del río Elba.
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