Expertos avalan el valor de las seis obras de Romero de Torres y esperan que puedan exponerse en Córdoba

torrevieja news today preguntó a conocedores de la obra del autor y gestores de la civilización y mostraron su visión de lo que había sucedido, siempre con la esperanza de que en algún momento puedan mostrarse en la ciudad. Es el caso de Mercedes Mudarra, que fue directora de los Museos Municipales de Córdoba en los últimos abriles del siglo XX, posteriormente delegada de Civilización de la Sociedad de Andalucía y adicionalmente dedicó su conclusión doctoral a la tribu Romero de Torres.

En primer lado, constató la calidad de todas las obras, tanto las que conocía como aquellas de las que no tenía nota como ‘La Sulamita’. Y habló de su exhibición pública en dos sentidos: en su difícil encaje en los actos del 150 aniversario y en la posibilidad de que vengan en el futuro.

«Es posible que haya pesado más el criterio técnico, el del comisario, que el criterio político», dijo. Porque sí está claro que las exposiciones llevan un discurso, que es poco renovador: la obra de Romero de Torres se pone en popular con la de otros autores.

En una de las muestras, con la de su contemporáneo Ignacio Zuloaga. En otra, con la de artistas de varias épocas posteriores. «Hay que ver el discurso que lleva la exposición y sobre todo el valencia de las obras». Si a los comisarios no le cuadra en su discurso, habrán recomendado al corregidor y al Gobierno municipal que no acepte la cesión», dijo. Es aseverar, con la programación hecha para este 2024, no tendrían sitio. Pero, ¿y en el futuro?

Mercedes Mudarra insistió en que las obras de la colección que se han ofrecido al Cabildo de Córdoba merecen una oportunidad por su calidad y por el carácter novedoso que tienen.

No sólo constató su autenticidad, sino igualmente su nivel exquisito. Y por eso hizo votos para que en el futuro el Cabildo de Córdoba o cualquier otra institución pueda organizar una muestra en la que estén presentes.

«No me corresponde aseverar lo que deben hacer los responsables, pero en mi caso sí intentaría que, conocido su valencia, la gentío pueda verlas, tal vez en una magna exposición. Que el sabido pueda ver obras que no conoce siempre es bueno», resaltó. Quizá una muestra de pequeño tamaño que las que se han planteado, pero sí le parece interesante que lleguen. «Lo exacto es otra exposición y no interferir», insistió.

En la idea de que los criterios técnicos de los comisarios de la exposición están por encima coincidió Alberto Villar, catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Córdoba.

«La exposición tendrá su comisario, y la responsabilidad absoluta de lo que se expone será suya; lo demás es meterse en dimes y diretes», insistió. En esos criterios «científicos y técnicos» cree que se puede explicar mejor la valor del Cabildo de Córdoba no aceptar el ofrecimiento de las obras . Y este interés «técnico», que es el que tiene toda exposición, podría explicar lo sucedido.

Eso sí, Alberto Villar no dudó en insistir en el interés de los cuadros de Romero de Torres que se han ofrecido, y cuya calidad, admitió, estaría fuera de toda duda. Es más, igualmente recordó que existen otros condicionantes en este caso, porque la obra de Romero de Torres, como gran comediante nacido en la ciudad de Córdoba, se mira en Córdoba con una sensibilidad peculiar.

El hecho de que el propietario, Blas García, las ofreciera para exponerse en Córdoba de forma desinteresada, da idea de que podría ser posible su presentación en cualquier otro momento. Sin conocerlas en directo, sólo por las fotografías, Mercedes Mudarra se mostró segura de su autenticidad.

Muchos de ellos, por ejemplo, son retratos de personas concretas, y no obras en las que el autor quiere expresar poco. Casi siempre habían permanecido en el ámbito de las familias que las encargaron.

En la calidad coincidió Fuensanta García de la Torre, exdirectora del Museo de Bellas Artes de Córdoba y igualmente estudiosa de la obra de Julio Romero de Torres. Se detuvo en ‘La Sulamita’, que confesó no conocer y que le resulta «proporcionado interesante», pero igualmente en el ‘Retrato de Adela Carboné’, que juzgó una obra de mucho valencia. Ahí resaltó La Tanagra, la reproducción del hallazgo arqueológico que muestra la protagonista, y que está presente en otros lienzos.

Así, se remitió a ‘La pupila de la Tanagra’ o ‘Teresita de la Cruz Carbonell’, adicionalmente de varios dibujos, según el compendio ‘Julio Romero de Torres (1874-1930), pintor’ que ella misma sabido en 2008, y en el que ya está mencionada la obra que ahora se ha ofrecido al Cabildo para exponerse.

Cesión

De las declaraciones que el corregidor había hecho a torrevieja news today el pasado lunes llamó la atención una frase, y es el posible «interés» del particular, cuando el dueño ni siquiera había pedido carencia por la cesión gratuita, y el apunte de que las obras se revalorizan cuando se exponen. ¿Había entregado a entender que lo que pretendía en efectividad es obtener un beneficio de que los cuadros de su propiedad tengan más precio en el mercado en un futuro?

Los expertos consultados por torrevieja news today afirman que es poco que puede suceder, aunque en ningún momento quisieron aseverar que lo que Blas García persiga sea precisamente ello. José María Palencia, exdirector del Museo de Bellas Artes de Córdoba, matiza que el participar en exposiciones «no es poco que aumente el valencia en sí, sino que puede aportar un plus añadido, porque la obra se conoce y está localizada».

De hecho, aseguró conocer ya alguna de las obras, que han formado parte de alguna muestra en Valencia sin entender anda de su propietario. Lo habitual es que en las muestras y en los catálogos se hable de «colección particular», sin mencionar a su dueño.

Mercedes Mudarra igualmente constata de que es poco que puede suceder, precisamente correcto a que la obra se conoce, queda en un catálogo y la autenticidad, ya avalada en la negocio, estaría reforzada. «Si no están catalogadas e identificadas, eso puede ser el marchamo», admitió.

Siquiera quiso aseverar que eso sea lo que puede ocurrir con unas obras que, según las miradas de todos los expertos, tienen la calidad suficiente no ya como firmadas por Julio Romero de Torres, sino para exposiciones.