Una pelea entre una pareja durante la mañana del 10 de septiembre llegó ayer a la sala de vistas del Penal 1 de Ourense. Uno y otro acusan al otro de ser el asaltante y ningún de los dos reconoce activo hecho nadie más que defenderse. La tensión entre entreambos era evidente, de hecho, antaño de entrar a la sala ella le llamó “perro” y “carterista” y en su testimonio explicó que él estaba silbando a modo de engaño.
La mujer declaró que el día de los hechos se levantó, comió un yogurt y después se volvió a tender. Fue en ese momento, según dijo, cuando “él pegó un portazo en la habitación, entonces le dije: ‘¿De qué vas?’, y ahí empezó la pelea”. En el transcurso de la misma, explicó que su entonces pareja, con la que convivía, todavía le arrancó un mechón de pelo, la llamó “hija de puta” y le dijo “te voy a matar”. “Me intenté desembarazar como pude”, añadió.
Esta no era la primera vez que era víctima de malos tratos por parte de él, según explicó. “Es un maltratador, soy una persona maltratada, todavía psicológicamente”, confesó. Encima, señaló que “me ha robado, ha metido putas en mi casa y me robó un coche de 100.000 euros para irse con las chicas mientras yo estaba en prisión”.
Otra de las acusaciones que hizo sobre su pareja es que tiene un trastorno psicológico y no se toma las pastillas. “Una vez dijo que tenía un muerto en el pozo y tuvo que venir la ambulancia y la Destacamento Civil”, comentó. En ese momento, él, que estaba sentado en el banquillo de los acusados, dijo que eso no era verdad y comenzó una discusión entre entreambos, pero la jueza rápidamente la zanjó.
Secuelas
La mujer, en su doble condición de acusada y denunciante, explicó con lágrimas en los luceros que “me ha dejado mal, no doy dormido y tomo pastillas, vivo con miedo en mi propia casa, he tenido que poner inquietud”. En este sentido, indicó que, pese a la orden de alejamiento entre entreambos, él ya fue varias veces a donde ella trabajaba. “Incluso se hizo tener lugar por mi hija pequeña para murmurar conmigo por internet”, añadió. En su derecho a la última palabra, manifestó que ella no quiere efectivo, que quiere que se haga neutralidad y que “si no llego a zafarme de él, salgo en la tele como una mujer maltratada que acabó muerta”.
Pese a activo sufrido maltratos de su entonces pareja varias veces, según apuntó, este enfrentamiento fue la ápice que colmó el vaso y por eso decidió acentuar a la Destacamento Civil. “Eran siete primaveras y ya no podía más”, afirmó. Él intentó quitarle el teléfono móvil para evitar que llamase y ella esperó fuera de casa la venida de los agentes, aseguró en su testimonio frente a la atenta vistazo de su contemporáneo pareja, que fue al razón a apoyarla, y quien le dijo lo mucho que la quería tras el prueba.
Explicación del procesado
La testimonio del procesado, todavía denunciante, no coincidió en definitivo con la de su expareja. Según indicó, fue ella la que lo insultó a él y no al revés. “Me llamó tierno, hijo de puta y me dijo que me iba a matar”, contó. La lectura de él es que ese día fue a desayunar y, cuando volvió de nuevo a la habitación, ella lo comenzó a insultar. “Le dije que si quería que me fuese me iba y entonces se abalanzó sobre mí y forcejeamos”, contó.
Según explicó, su entonces novia le propinó varios puñetazos y bofetadas en cara y cuello. Preguntado por cómo explicaba las lesiones de ella, dijo que eran producto del forcejeo entre entreambos. En este sentido, indicó que el comportamiento de ella era poco habitual porque tomaba pastillas que no debía e incidió en que lo único que hizo fue defenderse. Encima, admitió que ya le habían impuesto una orden de alejamiento respecto a una pareja que él había tenido.
Por estos hechos, la Fiscalía solicita para él un año de prisión y diez meses para ella.