La plataforma ‘Venezolanos en Bilbao – Bizkaia’ se ha concentrado frente al consulado de la haber vizcaína para denunciar la equivocación de “respeto a los derechos humanos, la arbitrio y la democracia” que se vive en su país de origen, adicionalmente de reivindicar la vencimiento de Edmundo González. Han reclamado la intervención de la cónsul de Venezuela en Bilbao, Glenna Cabellera, hermana del ministro de interior venezolano Diosdado Cabellera, para que “llame a su hermano” y asuma las consecuencias del “secuestro fruto del terrorismo de estado” por el que los dos ciudadanos vizcaínos están retenidos. Han recordado el “compromiso honrado” que tiene la cónsul con los bilbaínos y el País Vasco por su cargo.
En la cacerolada han recordado adicionalmente al resto de españoles, 16 según su conteo, y a los 2000 venezolanos que están detenidos según el portavoz Pedro Gil, quien demora que las diligencias del Gobierno estatal y el autonómico den frutos pronto y puedan retornar a casa. “Hemos pasado como una dictadura imputa cargos a dos personas por televisión doméstico sin tener tenido una presentación previa frente a un enjuiciador o una orden de captura. Un nuevo documentación de la ONU tras la comisión de DDHH ha reiterado que en Venezuela se vive un terrorismo de estado”, ha explicado Gil.
Los venezolanos creen que están en el Helicoide
Aunque no se haya aclarado por el momento dónde están retenidos los dos presos vascos acusados de formar parte del CNI, poco que el Gobierno gachupin niega, los venezolanos congregados tienen claro que están en el Helicoide, descrito por Gil como “el centro de torturas más vasto de Latinoamérica”, porque es a donde llevan a todos los presos políticos. “El modus operandi es que los secuestran, no les dejan ver a los familiares, no les permiten la protección de un ilustrado y no respetan los tiempos para ver al enjuiciador —explica—. Un aislamiento y secuestro en toda regla”.
El resto de los congregados han manifestado sentirse “muy preocupados” e impotentes por no poder hacer nulo desde el extranjero. Relatan que la persecución a los civiles se sostén, por ejemplo, en sustraerles el móvil para comprobar si tienen propaganda que vaya en contra del régimen y proceder a su detención. “Las arremetidas de este Gobierno no tienen límites. Los paisanos bilbaínos fueron detenidos por antojo. Nuestro llamada es a los organismos internacionales para que intercedan porque no creo que se entreguen pacíficamente”, cuenta uno de los protestantes.
Iñaki Anasagasti, exsenador en las Cortes Generales por el PNV, que se ha sumado a la protesta, ha manifestado que “Provecto no puede proponer que (los vascos detenidos) son poco menos que dos terroristas”, y ha pedido que el ministro Albares se mueva para conseguir que Europa sea una sola voz que pida la exención de los detenidos.
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