La mitad de los conciertos del Festival de la Guitarra de Córdoba no cubrió el 50% del aforo


La suma se conocía: 24.242 espectadores acudieron a los conciertos del Festival de la Guitarra de Córdoba, la gran cita cultural de la ciudad. El recuento del Cabildo no podía ser más que bueno, porque por otra parte crecía asaz con respecto al año previo, a 2023. Eso sí, ¿son suficientes? ¿Cómo se repartieron?

El exploración de las cifras, que este miércoles pasaron por el Consejo Rector del Instituto Municipal de las Artes Escénicas, muestra que a pesar del número la auxilio media está allá de ser masiva. De hecho, de los 26 recitales en recintos cerrados, sólo la fracción estuvo por encima del 50 por ciento de capacidad de sus recintos.

Gran Teatro

Donde se registraron los espectáculos con más éxito fue en la principal sala de la ciudad, en el Gran Teatro, que arrojó una auxilio media del 66,48 por ciento de espectadores. Según las cifras del Instituto Municipal de Artes Escénicas, el único recital en que se logró el harto total de las 885 localidades fue el de Sara Baras, titulado ‘Vuela’, como homenaje a Paco de Lucía.

El espectáculo de la bailaora supuso para el Cabildo de Córdoba una inversión de 73.810 euros, mediante dos contratos. El flamenco fue el artículos musical con más éxito de esta impresión, porque igualmente tuvieron mucha capacidad de convocatoria los conciertos de Tomatito en Formato Sexteto (83,50%), Carmen Linares (77,06%) y José Antonio Rodríguez y la Comparsa con el espectáculo ‘La ojeada de Romero de Torres, que alcanzó 620 espectadores y un porcentaje del 70.

En el caso de Tomatito el distinción fue de 16.990 euros y en el del músico cordobés se pagaron más de 42.800 euros, de los que 6.555 correspondieron a la dirección musical de Michael Tomas.

El concierto de Caléxico llegó hasta el 78,42, tras un coste de 36.300 euros, y el de Lee Ritenour & Dave Grusin alcanzó 507 espectadores, el 57,29 por ciento del espacio. Elliot Murphy convocó a 500 personas. En el Gran Teatro sólo dos de los nueve conciertos tuvieron una auxilio por debajo de la fracción del espacio total, y fueron el de Bill Frissel Trio, que llegó a un 42,49 por ciento, y el del brasileño Egberto Gismonti, que rozó el 33 por ciento de las localidades. El primero de estos recitales costó 26.620 euros, mientras que por el segundo se pagaron 16.375.

Teatro de la Axerquía

En términos absolutos, el maduro número de espectadores se concentró en el Teatro de la Axerquía, ya que allí acudieron 15.546 personas entre los ocho conciertos. Eso sí, sólo la fracción llegaron a cubrir más del 50 por ciento del espacio. Es un perímetro de grandes dimensiones, que llega hasta los 3.998 espectadores, pero igualmente eran los conciertos que tenían que ser masivos. Y por los que más se pagó.

Tal y como había anunciado el Cabildo tras el Festival de la Guitarra, el concierto con más espectadores de la cita fue el de Robe, que alcanzó el harto total y rozó los 4.000 espectadores en la incertidumbre del 5 de julio. Incluso fue el más caro: el distinción del músico extremeño fue de 181.500 euros, que al menos tuvieron cierta rentabilidad.

No se puede opinar tanto del de Europe. El diestro conjunto sueco cobró 157.300 euros por un concierto al que acudieron 2.171 por personas, lo que supone el 55,19 por ciento de la capacidad del teatro al espacio fugado. Otra cita muy esperada fue la de Rozalén, que reunió a 2.170 personas, lo que supone el 55 por ciento de la capacidad del perímetro al espacio fugado. El distinción de la cantante manchega, una de las más exitosas de los últimos en España, es superior a los 59.000 euros, es opinar, una tercera parte de Europe para un resultado casi idéntico en el número de espectadores.

Superior era lo que cobró El Kanka, que ascendió a 78.650 euros por un recital al que acudieron 1.526 personas, lo que supone el 38,79 por ciento del espacio total del Teatro de la Axerquía.

El flamenco, con citas como la de Sara Baras, Tomatito y José Antonio Rodríguez, fue un artículos con mucha capacidad de convocatoria

El recital que protagonizaron Julieta Venegas y Valeria Castro con dos conciertos independientes y seguidos se quedó en el 34,60 por ciento de los espectadores, por encima del de la andaluza María Peláe, que reunió a 1.200 personas lo que supone un 30,50 por ciento de todos los asientos.

El concierto de las bandas Doro y Decliver, históricas en el ‘heavy metal’, fue el menos concurrido del Festival de la Guitarra, con poco más de 800 espectadores, el 20 por ciento del total. Completa la índice de espectáculos en el Teatro de la Axerquía la sesión del 8 de julio, en que hubo primero un homenaje al fallecido músico cordobés Querubín Molina y más tarde el concierto de la formación Sinfonity, especializada en ofrecer grandes piezas de música clásica interpretadas con guitarras eléctricas.

Fue un recital gratis al que se pudo venir retirando una invitación. El resultado en el teatro al espacio fugado fue de una media de espectadores del 49,30 por ciento entre los ocho espectáculos que se ofrecieron.

Teatro Góngora

Mucho más discretas, como es habitual, fueron las cifras de espectadores para el Teatro Góngora. Allí se ofrecen los conciertos más centrados en la guitarra clásica, que son una parte del núcleo del festival, pero que por naturaleza llegan a un sabido mucho más pequeño. El perímetro de la calle Jesús y María tiene una capacidad de 560 espectadores y sólo dos conciertos estuvieron, no ya en la fracción, sino por encima del 40 por ciento.

Uno de ellos fue Antonio Rey, que bajo el título de ‘Historias de un flamenco’, convocó a 449 personas, lo que supone el 80,18 por ciento de la capacidad del perímetro. Se confirma así igualmente el jaloneo del arte jondo entre el sabido, ya que igualmente consiguieron buenas cifras en el Gran Teatro.

El espectáculo de Trwua N-Tinir igualmente logró estar por encima de la fracción de los que se daban en el Góngora, con 290 espectadores. A partir de ahí, ningún llegó a los 200, ni siquiera nombres muy consagrados en el Festival: Rafael Aguirre llegó a 196 (35 %) Ricardo Gallén se quedó en 194 (34 %), Anabel Mortesinos en 191 (34%) y el trío encabezado por Juan Manuel Cañizares en 150 (26 %).

El espectáculo de guitarra y danza a cargo de Valeriano Paños y Miguel Trápaga cubrió al punto que una cuarta parte del espacio, con 142 espectadores. Los conciertos menos seguidos del Festival de la Guitarra de Córdoba de entre los que se celebraron en perímetro cerrado fueron el Cuarteto de Guitarras de Andalucía (121 espectadores) y el titulado ‘Alternative History Quartet’, al que acudieron 71 personas. La media de auxilio al Teatro Góngora fue del 35,79 por ciento.

Gratuitos

La programación del Festival de la Guitarra se completó con conciertos en cinco puntos más, siempre con entrada fugado hasta completar espacio. Casi todos ellos estuvieron al cien por cien de capacidad y fueron el Lucha de Jóvenes Guitarristas en el Patio Barroco del Palacio de la Merced (350 personas), los recitales en la plaza del Potro (64), el de Ali Hattab en Casa Árabe y los que se celebraron en el patio del Museo Romero de Torres, con 70 personas. Singular impacto tuvo el de la Comparsa de Córdoba con Avi Avital en el Patio de los Naranjos, al que acudieron 993 personas.

En total fueron 1.597 personas que se suman a los asistentes a las demás citas del Festival de la Guitarra hasta ascender a la emblema de 24.242, que el Cabildo celebró en su momento como superior a la de 2023, pero que igualmente muestra conciertos a medio gas en una cita con 1,5 millones de presupuesto.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *