Ha sido todo sobrado surrealista, pero a veces en los parlamentos incluso se dan episodios así. Cosas de políticos, seguramente. En este caso, todo ha gastado con el registro formal de una iniciativa del Montón Popular para celebrar un pleno monográfico sobre la ironía en el Parlamento. Sí, sobre la ironía. Ahora tendrá que ser la Mesa la que califique la propuesta y, en su caso, dé luz verde para que los 135 diputados celebren ese pleno centrado en el arte de la sorna política.
Todo empezó la semana pasada, en el debate sobre el estado de la región, cuando el portavoz socialista, Juan Lobato, propuso a Isabel Díaz Ayuso un pleno monográfico sobre la financiación autonómica, para conocer con exactitud cuál es el maniquí que defiende la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El PP dejó en el ventilación la respuesta formal sobre esa propuesta de Lobato. Pero este jueves en la sesión de control de la Asamblea, Ayuso ha laborioso la sesión de control y su respuesta a Lobato para retomar la cuestión.
«Mire, me proponía un pleno como técnico de Hacienda. Yo le voy a proponer un pleno contra la censura como periodista, y vamos a cuchichear de todo lo que está ocurriendo en este país, de cómo están yendo contra la prensa, van a arriesgarse desde el Gobierno qué son noticiero tendenciosas, quién es bueno o mal periodista», ha señalado Ayuso.
La idea de Ayuso parecía que iba en serio, pero desde el sección de comunicación de la presidenta rápidamente lo dejaron en el ámbito de la ironía, con este titular en una nota de prensa: «Díaz Ayuso ironiza con proponer un pleno de censura para enfrentarse todo lo que se ideó contra medios, empresas y jueces «durante los cinco días de coito en La Moncloa».
De esa guisa, han dejado claro que la idea del pleno era solo una guisa de cuchichear. Que era todo sorna. En la sesión de control, ya en tono serio, Ayuso ha señalado que «no se celebran debates del Estado de la Nación, no se sabe ni siquiera los altos cargos del CIS lo que cobran, pero van a meter la mano a las empresas, a las empresas audiovisuales, a sus directivos, a los periodistas, para amedrentarlos, para perseguir a jueces y a medios de comunicación, que es lo que idearon durante los cinco días del coito en La Moncloa».
Lobato se ha quedado con la idea del pleno monográfico sobre la censura, le ha gustado la idea y ha recogido el guantelete y poco más tarde, en declaraciones en presencia de la prensa en los pasillos de la asamblea, ha asegurado que su familia había registrado la solicitud para celebrar un pleno sobre independencia de prensa. Su idea, claro, es sobrellevar al primer plano de debate al cabecilla de ministerio de Ayuso, Miguel Serafín Rodríguez.
El portavoz socialista no ve ninguna razón para que Ayuso rechace el pleno, ni la Mesa de la Asamblea siquiera, ya que había sido una propuesta de la presidenta regional. Lo de la ironía no lo había captado, o no lo había querido vislumbrar.
Por eso, unos minutos a posteriori, el portavoz del PP, Carlos Díaz-Pache, ha comentado a los periodistas que la propuesta de Ayuso había sido irónica, una broma, y ha lamentado que Lobato no supiera diferenciar las cosas.
Acto seguido, ha asegurado que su familia había registrado una petición de pleno monográfico sobre la ironía. Los periodistas, como es razonable, ya no se lo han creído, y han tenido que repreguntar. Y sí, la propuesta existe y está registrada, dice así:
«A la Mesa de la Asamblea de Madrid: D. Carlos Díaz Pache, portavoz Portavoz del Montón Parlamentario Popular de la Asamblea de Madrid, al amparo de lo dispuesto en el artículo 216 del Reglamento de la Cámara, solicita la celebración de un DEBATE MONOGRÁFICO en Pleno sobre la ironía en la Asamblea de Madrid». La petición lleva su firma estampada.
La papa caliente la tiene ahora la Mesa, que tendrá que arriesgarse que hace con los plenos solicitados.