las asignaciones de Pedro Sánchez para los independentistas catalanes, le costaron dinero a los madrileños. Esa es la advertencia que usas Isabel Díaz Ayuso para justificar que el debate nacional se ha instalado en la política de Madrid y concretamente en su Parlamento autonómico. La presidenta regional y su Gobierno siguen de cerca las negociaciones de los socialistas con quienes dieron el golpe de 2017 contra la democracia en Cataluña, y están dispuestos a dar la cara para evitar un trato privilegiado para esa comunidad, especialmente si Madrid sale perjudicada.
En la Comunidad de Madrid ven varios frentes abiertos. Uno de ellos es el financiación regional, cuyo sistema expiró en 2014 y que finalmente podría reactivarse esta legislatura. El Gobierno regional rechazará de plano cualquier negociación bilateral entre el Ejecutivo de Sánchez, si finalmente sale adelante la investidura del candidato socialista, con la Generalitat de Cataluña. Madrid exige que el nuevo sistema se negocie de forma multilateral, entre todas las regiones y sin privilegios. Esta Comunidad defenderá que se tenga en cuenta el criterio poblacional, para que Madrid no vuelva a salir perdiendo, y el principio de ordinalidad, como incentivo para las regiones que crecen y recaudan más.
Ayuso se hará oír para impedir que haya financiación a la carta para algunas comunidades, como Cataluña, con privilegios específicos: “Vamos a alzar la voz, tiene que ser una negociación entre todos”.
grandes fortunas
La ‘guerra fiscal’ enfrenta directamente al Gobierno en funciones de Sánchez con el de Ayuso en Madrid, y todo apunta a que podría intensificarse si el PSOE obtiene en las próximas semanas los votos suficientes para mantenerse en el poder. En febrero, el Gobierno de Ayuso recurrió ante el Tribunal Constitucional contra el impuesto, supuestamente ‘temporal’, creado por el Ejecutivo nacional contra las grandes fortunas , entendiendo que se produce una “invasión de poderes”. El TC, que se negó a suspender su entrada en vigor como medida cautelar, podría resolverlo antes de fin de año. Este septiembre presentó un segundo recurso, en este caso ante la Audiencia Nacional.
En el Gobierno de Ayuso siempre han interpretado este nuevo impuesto creado por Sánchez como un intento de castigar a Madrid. Lo llaman ‘Impuesto sobre el Patrimonio 2.0’ y recuerdan que de los 660 millones que se han recaudado, muy por debajo de los 1.500 que se esperaban, el 90 por ciento se ha centrado en Madrid, en la riqueza de los madrileños.
«Es un impuesto que está castigando a Madrid y que nunca es bueno para España, porque Madrid es su motor económico. “Si Madrid para, España para”, advierten fuentes regionales, que hacen una valoración “francamente negativa” y sospechan que el impuesto, lejos de ser temporal, ha llegado para quedarse si Sánchez continúa en el poder. En la Comunidad de Madrid denuncian que Se trata de un “efecto de expulsión y falta de atracción de inversiones y de llegada de activos, y ello con una recaudación mínima”. “Tiene un efecto perverso brutal”, afirman.
Autonomía fiscal
De momento lo dicen con la boca pequeña, apenas es un susurro, pero en la Comunidad incluso temen que en un futuro próximo, mientras Sánchez siga en el poder, se generen nuevos impuestos para contrarrestar las bajadas de impuestos llevadas a cabo. en Madrid, para frenar su atractivo en relación con otras regiones. En la Comunidad se destaca que en España existe autonomía financiera, recogida en el artículo 156.1 de la Constitución. “Si no quieren que las comunidades tengan autonomía fiscal, que lo digan, y si no, que respeten la Constitución”.
Ayuso va a mantener su política de bajada de impuestos, pese a los ataques recibidos del PSOE. En su programa electoral incluyó una reducción de medio punto en el apartado del impuesto sobre la renta autonómico. Esta nueva bajada, que completaría la ocurrida en 2022, no se aplicará el próximo año. Los planes del Ministerio de Economía pasan por ponerlo en práctica en 2025, si las circunstancias lo permiten.
Él Gobierno de Ayuso Va a seguir de cerca el posible trato de favor a los nacionalistas catalanes por parte del Ejecutivo nacional. La incertidumbre que produciría un Ejecutivo nacional inestable en manos de grupos minoritarios radicales, que Ayuso calificó de “minorías antiespañolas rabiosas”, afecta directamente a Madrid y su desarrollo, advierten. La Comunidad estará atenta a posibles privilegios como un condonación de la deuda. «Hablan de 70.000 millones. Sería una muy mala señal para las comunidades que nos esforzamos y cumplimos con nuestros compromisos presupuestarios. Esperemos que no se tome esa decisión”, advierten.