No te enfades, hemos venido a pasarlo bien


Rafa Mir, punta del Valencia, está en permiso provisional con medidas cautelares tras ser investigado por un supuesto delito de atentado sexual a una zagal de 21 primaveras.

Ahora el diario ‘Saliente-EMV’ informa de que “la reproducción de las declaraciones íntegras de Rafa Mir y de las dos víctimas de atentado sexual en presencia de la jueza de Instrucción número 8 de Llíria han dejado al descubierto una serie de incoherencias y contradicciones, apreciadas por la propia mediador, en el relato del futbolista, en contraposición con el relato ‘coherente y firme en la incriminación’ que fue expuesto por las dos jóvenes de 21 y 25 primaveras”.

La denunciante además declaró que le contó a la mujer policía que el futbolista del Valencia la había agredido sexualmente: “Le conté a la policía almacén cómo me había violado”. Y es que la defensa del punta del Valencia se aferra al atestado auténtico de la intervención de la Policía Restringido de Bétera, en el que no se dejó constancia de una posible atentado sexual, como sí aparece en su proclamación posterior en presencia de la Agente Civil.

“Conversación distendida” con Mir

La zagal de 21 primaveras explicó que estaba separada de los otros dos policías locales y en la entrada de la vivienda del futbolista, en la colonia Torre en Conill de Bétera, cuando contó a la agente lo sucedido: “Estaba llorando, cuando consigo tranquilizarme un poco, le conté todo lo que había pasado”. Una proclamación que desmontaría que fueron relaciones consentidas y que hubiera modificado su lectura a posteriori.

La chica contó a la jueza que los otros dos policías “no se enteraron de cero” de lo que le estaba contando a su compañera porque estaban un poco apartadas. Luego manifestó a la Agente Civil que los agentes “no mostraron mucho interés en investigar lo sucedido” y que mantenían una “conversación distendida” con el futbolista. Frente a las preguntas de la defensa de Rafa Mir, la zagal asegura que la mujer policía siquiera le dio “mucha fantasía”.

Las incongruencias de Mir

La primera de las agresiones de Mir habría tenido punto en la piscina, luego de que el futbolista ché la tirara al agua al verla enfadada, según él mismo reconoce en su proclamación, recogida además por el periodista Ignacio Cabanes en ‘Saliente-EMV’: “No te enfades, hemos venido a pasarlo aceptablemente”, le dijo, luego de salir de tener sexo consentido con su amiga. “La cogí en brazos como si fuera un chico”, aclara el atleta.

La jueza valora que son “argumentos vagos, inconcretos y genéricos” para tratar de explicar así los hematomas que presentaba la víctima en el antebrazo izquierdo. No obstante, Mir insistió en que “todo fluyó de forma consentida”. Reconoció que luego de abrazarse la “tocó como en la discoteca”, llegando a introducirle los dedos en la vagina, poco que según él además hizo en el almacén de ocio repleto de familia.

“¿Se le fue el enfado de trauma al tirarla a la piscina?”, cuestiona la jueza. El futbolista no contesta y cuenta que como “el agua estaba superfría” fue a por una toallas y que luego se van a balbucir al baño porque ella le comenta que está enfadada con su amiga. A este respecto, Mir esgrime “era un sitio para balbucir tranquilos y para que no se mojaran las sillas de tela”. Internamente del baño “nos miramos, nos besamos, nos tocamos”, sigue relatando el atleta.

En ese momento tocan a la puerta y es la amiga que enfadada pide explicaciones. Cuando la víctima sale “comienzan a discutir por él”, según la lectura del futbolista.

El futbolista telefoneó a la amiga

Asimismo, el diario ‘Las Provincias’ ya reveló que la chica contó a la Agente Civil y a dos policías nacionales en el Hospital La Fe de Valencia todo cuanto según ella aconteció en el chalé del futbolista.

La zagal contó que el punta ché la forzó dos veces, la primera en la piscina y poco luego en el cuarto de baño tras cerrar la puerta con el pestillo. Por otro costado, además aseguró que Rafa Mir telefoneó a su amiga para pedirle que le dijera a ella que no le denunciara.

“Durante la citación él le dice que tiene un distinción, que es un personaje sabido y que esto le puede afectar a su carrera”

La segunda víctima, la zagal de 25 primaveras, confirmó a la Agente Civil que recibió una citación del atleta valencianista el 1 de septiembre a las 18:42 horas. Uno y otro estuvieron charlando durante seis minutos aproximadamente.

En esa conversación, Mir se interesó por su estado de humor y le preguntó si su amiga había presentado una denuncia. La chica le contestó que lo desconocía, pero le confirmó que ella había denunciado a Pablo Jara, el amigo de Mir. “Durante la citación él le dice que tiene un distinción, que es un personaje sabido y que esto le puede afectar a su carrera”, afirma el atestado policial, según ‘Las Provincias’.

Al día subsiguiente, el vaivén ché volvió a ponerse en contacto con la zagal. Según consta en el sumario, le envió un mensaje de WhatsApp: “Holaaa, qué tal? Estás mejor?”. Una pregunta a la que ella ya no contestó.

Según la denuncia de la zagal de 25 primaveras, Pablo Jara “le realizó tocamientos en pecho, culo y vagina en contra de su voluntad en el interior de la piscina”. Asimismo, Jara “le golpea en la boca y la deja desnuda en la calle al quitarle la toalla”.

Relaciones con la amiga

Por su parte, la denunciante de Rafa Mir detalló, según el citado medio, cómo fueron los momentos posteriores a la intervención de los agentes que desembocaron finalmente en el arresto del punta del Valencia.

Según la chica de 21 primaveras, el futbolista ché mantuvo primero relaciones sexuales consentidas con su amiga en una habitación de la planta superior del chalé y media hora luego bajó a la zona de la piscina, donde estaba la víctima con dos amigos de Mir.

“Cogió a la dicente a la fuerza y la tiró a la piscina con la ropa puesta (vestía top enojado y falda pantalón elástico). En cambio, Rafa iba en calzoncillos. Una vez en el interior de la piscina, la coge a la fuerza e intenta besarla mientras la coge de la cara en contra de su voluntad, intentando ella retirarse en todo momento”, afirma el relato de la denuncia.

“En ese instante, refiere que Rafa la agarra con un apoyo por la espalda mientras le introducía los dedos (…) por un costado del pantalón (el cual era elástico), no pudiendo especificar la cantidad de dedos que le introduce. Adicionalmente de ello, le toca todo el cuerpo en contra de su voluntad”, abunda la presunta víctima.

Golpe en la piscina

La zagal manifestó que se negó “en todo momento” a persistir relaciones sexuales en la piscina y que además le dijo “verbalmente y de forma persuasivo que la dejase y que no quería que hiciera eso, llegando esta atentado a consumarse durante cinco minutos”.

La chica asegura que, cuando logró salir de la piscina, cogió una toalla para secarse y entró en la cocina de la casa con intención de coger su bolsa y su móvil. En ese momento se dio cuenta de que no tenía su teléfono.

Más tarde, “Rafa la coge fuertemente por el apoyo, llegando a provocarle varios morados y la introduce en el baño de la planta mengua”.

Echa el pestillo del baño

Según la lectura de la zagal, Mir la agarró y le dijo: “Ven, ven aquí, bésame”. Al introducirla en el baño, “cierra la puerta y echa el pestillo para que no pudiera salir. Rafa la sienta encima del excusado y procede a introducirle de nuevo los dedos (…), sin quitarle la falda pantalón”. Asimismo le realizó “tocamientos en el resto del cuerpo, mientras ella lloraba y le decía que quería irse”.

Mientras tanto, al otro costado de la puerta, la denunciante escuchó a su amiga, quien estaba molesta: “Me parece aciago lo que estás haciendo, estoy flipando. ¿Cómo puedes estar ahí interiormente con él luego de que se haya acostado conmigo?”, revela el diario ‘Las Provincias’.

En ese momento la denunciante “empujó a Rafa, consigue dislocar de él, abre la puerta y sale del baño”.

Tras decirle a su amiga que no quería estar allí y en visible estado de nerviosismo, cogió su bolsa y sus cosas y salió a la calle acompañada de la otra zagal, quien estaba tapada solo con una toalla. Los tres varones (Rafa Mir y sus dos amigos) salieron detrás de ellas y le pidieron a la víctima que parase de sollozar.

A la calle semidesnuda

Poco luego, los tres hombres regresan a la casa y, cuando su amiga además trató de ingresar, “el hombre de pelo prolongado (Pablo Jara) se lo impide mientras les dice que son unas niñatas y que se piren, llegando a empujarla para cerrar la puerta”.

Jara además le quitó la talla, “golpeándola en la cara y dejándola solamente portando un tanga como única prenda de vestir”. Entonces la zagal llamó al timbre para que la dejaran entrar para acoger sus cosas, “puesto que se encontraba prácticamente desnuda, momento en el que ven a un vecino pasear al perro por la calle”.

La denunciante le pidió que le dejara el teléfono para retornar a tocar a su padre, pero el hombre avisó a la Policía Restringido. Cuando vieron que las jóvenes estaban hablando con un vecino, desde el interior del chalé tiraron por encima de la valla la ropa de la zagal que estaba semidesnuda.

Poco luego dos patrullas de la Policía Restringido de Bétera llegaron a la colonia Torre en Conill y prestaron ayuda y proclamación a las presuntas víctimas.

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