Pero ¿cómo tenemos que cuidar de nuestras mascotas ¿Cuando los termómetros marcan temperaturas excesivamente altas? En Madrid, Fuencisla es dueña de Lola, Curro y Trini, tres perros a los que saca a pasear dos veces al día. “Creo que lo más importante es buscar, dar paseos, muy temprano o al final del día”dice Fuencisla mientras abreva a sus perros bajo la sombra de un árbol.
Precisamente, eso es algo que hace Fuencisla cada vez que pasea a sus perros: “Puedes buscar sombras, acarreando agua todos los días…”. Además, también conoce la cremas de protección solar que existen para perros.
La regla de los cinco segundos
Otro consejo que los expertos sugieren aplicar es la regla de los cinco segundos. Nuestra protección respecto al suelo son nuestros zapatos. Pero los animales están en continuo contacto directo con el asfalto. Por eso esta norma establece que pongamos la mano en el suelo solo cinco segundos. Si eres capaz de mantenerlo todo el tiempo, puedes salir a pasear con tu mascota. Si no, será mejor quedarse en casa.
El veterinario Carlos Rodríguez también aconseja cuidar las almohadillas de las patas de nuestras mascotas. “Tenemos que tener en cuenta que las almohadillas de nuestros perros son el único calzado que tienen. Lo que tenemos que hacer es acudir al veterinario para que nos recomiende alguna productos que endurecen y sujetan mucho mejor las almohadillas.
Golpe de calor en animales
Resultados del golpe de calor en las mascotas fatal en el 50% de los casos. Sólo hacen falta 15 minutos para que un perro muera por uno de estos golpes.
Reducir el ejercicio físico, no dejar al animal en el coche, permanecer en lugares frescos y con suficiente agua para hidratarse e incluso rociarlo con un spray de agua fría son algunos de los consejos para prevenir un golpe de calor.
Hay señales que pueden alertarnos de que algo anda mal con nuestro animal y que pueden resultar mortales en muchos casos:
- Debilidad.
- Convulsiones.
- Actitud temerosa.
- Pulso acelerado.
- Ojos vidriosos.
- Encías y lengua rojas o moradas.
- Vómitos.
- Exceso de baba.
- Jadeo intenso.
“Los animales sin duda pueden sufrir un golpe de calor”, dice tajante Carlos Rodríguez. Para explicarlo, pone un ejemplo práctico: “Imagínense una olla a presión. Ese sería el coche. El animal empieza a cocinarse porque no le llega el oxígeno. Al cabo de unos minutos, el animal muere”.