El llave se cierra no sólo para los agricultores que dependen del trasvase Tajo-Segura, todavía sus ‘vecinos’ de las zonas consideradas de riego tradicional sufren ya las restricciones hasta el punto de que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), organismo dependiente del Gobierno central, ya les ha conminado a que no planten hortalizas para esta temporada de invierno, porque probablemente no tendrán agua.
Ha sido un recomendación verbal a los afectados, según ha confirmado el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu. De esta forma, se les quiere evitar el perjuicio de acometer el esfuerzo y la inversión para luego ver peligrar estos cultivos. No obstante, esta estructura agraria ha rechazado la medida y pide alternativas.
La consecuencia directa todavía va a repercutir en los hogares, porque la Vega Desaparecido del Segura, tanto en Alicante como en Murcia -junto con Almería- se ha convertido en la ‘despensa de Europa’ y en los próximos meses los consumidores notarán la errata de productos de invierno cultivados en este circunscripción.
Asaja Alicante «reprocha a la Confederación su errata de previsión a la hora de anunciar los cortaduras de agua que condicionarán la campaña de hortalizas en la Vega Desaparecido y el Camp d’Elx»
Tras conocerse que el organismo «aconseja a los agricultores que no se planten más hortalizas, cuando a esta asociación le consta que la mayoría ya han finalizado sus plantaciones», esta estructura ha alertado de que de robar a final las restricciones anunciadas, «no sólo no podrán sacar delante sus cosechas, sino que probablemente mucho tengan que ceder sus parcelas».
Esta incertidumbre «preocupa profundamente» a Asaja Alicante, que critica a la CHS pues «debería activo actuado con veterano previsión, insignificante con un año de anticipación, y no propalar a los agricultores al malogrado en pleno inicio de campaña».
Encima, añade que de cumplirse los cortaduras previstos, en los próximos meses habrá escasez de hortalizas en los mercados, con el consiguiente incremento del precio al consumidor.
«Sin duda alguna, situaciones como esta vienen a darnos la razón cuando decimos que la cuenca del Segura necesita el trasvase Tajo Segura más que nunca», afirma el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.
Por final, Asaja Alicante informa que las hectáreas afectadas serán 20.000 en la Vega Desaparecido de regadío tradicional, 20.000 en el Camp D’Elx y 10.000 en campos de Almoradi, Los Montesinos, Orihuela, San Miguel de Salinas y Algorfa.
«Este incremento de restricciones es la herencia que recibe Alicante de la ministra Teresa Ribera, quien en los próximos días abandonará su puesto en un ocupación de Transición Ecológica. Es un fiel refleja de cómo su gobierno nos ha castigado durante toda su tiempo», afirma Andreu, quien califica el anuncio de la CHS como «un puñal al corazón agrícola de la provincia», pues el 50% de la producción hortícola de Alicante está en la Vega Desaparecido.
La entidad agraria alicantina pide a la CHS que reconsidere los cortaduras y tome una valentía menos drástica para el sector primario.
Situación «inusual» de sequía
La sequía se agrava para todos y ahora incluso se baraja la opción de emergencia de que el canal abastezca excepcionalmente a estos otros regantes, aunque de antemano parece desvestir a un santo para vestir a otro, luego de meses de cortaduras a las transferencias hídricas entre ambas cuencas.
«Como consecuencia del régimen irregular y escaso de precipitaciones que ya se viene arrastrando desde el pasado año hidrológico y que ha continuado durante el coetáneo, que se caracteriza como el segundo peor año de los últimos diez», describen en un comunicado desde la CHS, ahora se decide un desembalse de 210 hectómetros cúbicos para el año hidrológico 2024-2025, así como el casi seguro aumento de las restricciones adecuado a la «situación inusual por sequía extraordinaria».
La Comisión de Desembalse de este organismo, presidida por Mario Urrea, pretende que se complete ese ciclo anual «con un insignificante de reservas, que eviten finalizar en el denominado ’embalse muerto’».
A esta situación «crítica» se llega «a pesar de la moderación de los consumos consecuencias de las restricciones vigentes, pero se continúa constatando el vaciado de los embalses», añaden desde la CHS. Los datos lo corroboran: según el portal oficial embalses.net, los pantanos de la cuenca se encuentran al 16,58% de su capacidad, con la porción de bulto hídrico de la media de la última lapso, el peor registro de toda España.
En consecuencia, «como insignificante se ha analizado proseguir los porcentajes de reducciones en vigor para los derechos concesionales de los aprovechamientos de aguas del sistema de los ríos Segura, Mundo y Quípar, adoptados en la Comisión Permanente de la Sequía de agosto de este año y que son del 35% en los regadíos tradicionales y del 49% en los no tradicionales». Pero no se excluye insensibilizar esas limitaciones hasta el 42% y el 49%, respectivamente.
Estas severas medidas persiguen todavía que no se produzcan «afecciones irreversibles medioambientales, como pudiera ser la mortandad de peces por errata de oxígeno en los embalses, garantizando un reparto equitativo de los capital disponibles».
No está en peligro, por ahora, el suministro doméstico a los hogares, «si perfectamente se considera necesario promover los ahorros en los mismos, tal y como viene preconizando la Mancomunidad de los Canales del Taibilla», que abastece a más de dos millones de habitantes entre Murcia y Alicante.