Cataluña ultima un plan de choque contra los suicidios en las cárceles tras la muerte de diez internos en 2024


Los Departamentos de Equidad y Lozanía de la Generalitat han juicioso implementar un nuevo plan de choque contra los suicidios en las prisiones catalanas, tras la homicidio de un interno de Lledoners (Barcelona) este jueves. En lo que va de año, son ya diez los reclusos fallecidos por la misma causa. Por ello, tras una reunión de aprieto esta mañana, ambas consejerías han juicioso revisar los protocolos vigentes y preparar un plan de choque para tratar de precaver conductas autolíticas en los penales del circunscripción.

Para ello, según han informado a través de un comunicado, se creará un liga de trabajo, integrado por directivos y personal técnico de uno y otro departamentos, así como por profesionales especializados en el ámbito de la salubridad mental. En el plazo de quince días, sus integrantes tendrán que resolver medidas concretas de mejoría de la prevención de los suicidios. Desde mejorar la «conectividad» de la información recogida por todos los operadores -tanto en detección del peligro, como para el posterior abordaje-; así como para el seguimiento de aquellos presos que lo necesiten.

Fue ayer cuando un recluso que estaba en asilamiento (área particular de régimen cerrado) se quitó la vida, colgándose, según apuntan fuentes penitenciarias a este diario. A pesar de que a todos ellos se les retiran objetos potencialmente peligrosos, siguen contando con sábanas o prendas de ropa. Los funcionarios lo encontraron ya muerto, y no pudieron hacer mínimo por salvarle la vida.

Según un mensaje del Consejo de Europa, la tasa de suicidios en las prisiones catalanas dobla a la media española y igualmente a la europea, con datos de 2022. Así, en Cataluña, la tasa de suicidios era entonces de 16,8 por cada 10.000 internos, mientras que la media europea era de 7,1 y en el resto de España, de 7,3. Durante 2022, se registraron 13 suicidios en las cárceles catalanas. Dos más que el año susodicho, y igualmente que en 2020. En 2019, fueron siete los internos que se quitaron la vida en prisiones del circunscripción. En lo que va de año, son ya nueve.

Tras lo ocurrido en Lledoners, desde el sindicato Iac-Catac apuntan que los funcionarios son los primeros afectados, al no activo podido evitar la homicidio de un interno, aunque sostienen que, en ocasiones, no es posible. Señalan encima, que el citado incremento de hace dos primaveras, obedeció a un «propósito post-pandemia» y que «fue un error activo bajado la municipal en la prevención».

En un comunicado, desde la asociación de funcionarios han asegurado que endosar cualquier incidente a problemas psicopatológicos es un error. «A nuestro entender, las otras variables que explicarían el peligro de suicidio en las prisiones no son sólo la desesperanza, sino que esta actúa de forma más incisiva por la situación de aislamiento social de los reclusos». Explican encima que el protocolo presente de Equidad para la prevención es «excesivamente premioso». Cuentan incluso con un manual para detectar signos de rebato, pero constatan que es «ficticio que ningún interno no acumule hasta una decena de ellos sin que nadie sea un claro indicador» y que, luego, «no saben muy proporcionadamente qué deben detectar» para evitarlo.

Entre las propuestas de los trabajadores de la prisiones están la de alentar el personal, así como el software de salubridad mental.

Incidentes en Lledoners

Respecto a la situación en el penal de Lledoners, desde otro sindicato, CSIF, denuncian el inquietante número de incidentes registrados. Con datos de la propia establecimiento, recogen cinco tentativas de suicidio entre enero y julio de este año. Además ocho agresiones graves, y mismo número de leves; así como 16 incendios, más del doble que los registrados durante el mismo periodo de 2023.

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